Cuando la DGT decide colocar un radar en algún punto, la primera idea que nos viene a la cabeza, casi de forma automática, es que lo hacen para recaudar más dinero. Es una creencia muy extendida. Sin embargo, el organismo explica que los criterios para su colocación están basados en datos reales y análisis de peligrosidad.
Antes de que termine el año, la DGT se propone añadir más de 100 nuevos radares a las carreteras españolas. ¿Cuáles son las pautas que utiliza para decidir su ubicación?
3La tecnología de los radares: tipos y ubicación

No todos los radares son iguales. La DGT cuenta con diferentes tipos de radares, y cada uno se utiliza para un propósito específico.
- Radares fijos: Los más conocidos. Se instalan en un punto concreto de la carretera y están señalizados. Su objetivo es que se conozca su existencia para que los conductores reduzcan la velocidad antes de llegar a ellos. Se colocan en puntos donde el riesgo es constante.
- Radares móviles: Estos radares, que se llevan en vehículos de la Guardia Civil de Tráfico, son más flexibles. Se utilizan en tramos en los que se ha detectado un problema de velocidad puntual o en zonas de obras, eventos especiales o para tener una presencia más visible en diferentes puntos de la red de carreteras. Suelen estar colocados en lugares no señalizados previamente, lo que genera una mayor disuasión.
- Radares de tramo: Miden la velocidad media de un vehículo entre dos puntos de control. Son muy útiles en túneles o en tramos largos con un alto índice de accidentes, ya que obligan a los conductores a mantener una velocidad constante y moderada durante todo el recorrido.
- Velocímetro de mano o pistola láser: Son los radares portátiles que utilizan los agentes de tráfico para medir la velocidad de los vehículos de forma manual. Se usan en controles específicos y en zonas urbanas o de difícil acceso para los otros tipos de radares.
Aunque la creencia popular sea la de que la DGT actúa de forma opaca, la realidad es que la ubicación de muchos radares, especialmente los fijos y de tramo, es pública. La DGT publica en su página web y en la app de tráfico la ubicación de todos sus radares fijos. La idea es, precisamente, que los conductores los conozcan y se conciencien de la necesidad de respetar los límites de velocidad.