La DGT se mantiene siempre alerta a todo tipo de acciones peligrosas al volante, y algunas de ellas son tan comunes que pensamos que no son sancionables. Llevas un par de horas en la carretera, quizás volviendo a casa después de un largo día de trabajo o en pleno viaje de fin de semana. El estómago empieza a rugir y recuerdas que en el asiento del copiloto tienes ese sándwich que te preparaste justo para este momento. Lo coges, desenvuelves el papel con una mano mientras con la otra sujetas el volante y le das el primer bocado. Un gesto inofensivo, ¿verdad? Millones de conductores lo hacen.
Sin embargo, lo que parece un acto sin importancia podría suponer una multa. La Dirección General de Tráfico no tiene un radar para detectar bocadillos, pero los agentes tienen los ojos bien abiertos y sancionar esta práctica es mucho más común de lo que crees. Sigue leyendo y descubre qué dice la normativa al respecto sobre esta costumbre tan cotidiana.
3¿A cuánto asciende la multa por comer al volante?

Como norma general, si un agente considera que comer o beber mientras conduces está afectando a tu atención y seguridad, la infracción se considera leve. Esto se traduce en una multa de 100 euros. Como es habitual en este tipo de sanciones, si decides abonarla en el periodo de pago voluntario (los primeros 20 días naturales), te beneficiarás de un descuento del 50%, por lo que la cantidad a pagar se quedaría en 50 euros. Es importante destacar que esta sanción, en su versión leve, no conlleva la retirada de puntos del carnet de conducir.
No obstante, la sanción puede pasar de leve a grave si el agente que te observa interpreta que tu acción no es una simple distracción, sino que ha generado una situación de peligro real. Es decir, si por estar más pendiente de tu refresco que de la carretera has hecho un viraje extraño, has frenado sin motivo o has estado a punto de colisionar con otro vehículo. En este caso, la infracción se tipifica como conducción negligente. La multa asciende a 200 euros sin posibilidad de reducción y, lo que es peor, puede implicar la pérdida de entre 3 y 6 puntos de tu permiso de conducir, dependiendo de la gravedad del peligro ocasionado.