La DGT se ha visto en la necesidad de aclarar si existe un proyecto para aplicar a los conductores una tasa de uso de 3 céntimos por kilómetro en las autovías españolas. No es la primera vez que se habla de una medida similar, pero ha vuelto a la primera línea del debate y ha generado un torbellino de dudas, rumores y, sobre todo, preocupación entre los usuarios. ¿Qué hay de cierto en esto? ¿De dónde sale la idea de pagar por cada uno de los kilómetros que recorres en esas carreteras que, hasta ahora, sentíamos como gratuitas?
El organismo responsable de la seguridad del tráfico explica tanto su postura oficial como lo que puede ocurrir en el futuro. Esta es la verdad sobre la propuesta que podría cambiar para siempre la forma en la que viajas por España.
4La DGT se pronuncia

La Dirección General de Tráfico (DGT) y su máximo responsable, Pere Navarro, han aclarado que la DGT no tiene competencias para establecer, poner o quitar peajes. Su labor se centra en la gestión del tráfico, la seguridad vial, las normas de circulación y las sanciones. Sin embargo, por su posición y conocimiento del sector, la opinión de su director siempre tiene un gran peso mediático. En el pasado, Pere Navarro ha realizado declaraciones que han avivado la polémica, llegando a afirmar que la implantación de peajes sería una imposición de Bruselas.
Estas afirmaciones generaron una enorme confusión y obligaron al propio Navarro a pedir disculpas y a matizar sus palabras, aclarando que se trataba de una reflexión personal y que no hablaba en nombre del Gobierno. A día de hoy, la postura oficial de la DGT está alineada con la del Ministerio de Transportes: no hay ningún plan sobre la mesa para introducir este pago por uso. La DGT se limita a señalar la importancia de un buen mantenimiento de las carreteras para garantizar la seguridad de todos los conductores, pero se mantiene al margen del debate sobre cómo debe financiarse ese mantenimiento, ya que, insisten, esa decisión corresponde exclusivamente al Gobierno.
Sin embargo, sería ingenuo pensar que este debate ha terminado. El problema de fondo es real: las carreteras se desgastan, su mantenimiento es caro y el dinero tiene que salir de alguna parte. Mientras no se defina un modelo de financiación estable y a largo plazo que cuente con un amplio consenso político y social, la idea del pago por uso seguirá apareciendo de forma recurrente. Puede que en el futuro se exploren otras vías, pero lo único seguro hoy por hoy es que puedes seguir planificando tus rutas por las autovías españolas sin miedo a encontrarte una nueva barrera de peaje.