La Dirección General de Tráfico (DGT) está pensando en introducir un cambio importante en la regulación española que afectaría de lleno a las autoescuelas, y para ello se están inspirando en el modelo de Estados Unidos. Aunque todavía no es una medida definitiva ni mucho menos, ya está haciendo que las autoescuelas españolas entren en cólera.
¿Cuál es la razón? La DGT planea sustituir el papel de las autoescuelas tradicionales por un nuevo sistema basado en tutores públicos homologados. Lógicamente, la propuesta ha hecho saltar todas las alarmas en el sector de la enseñanza vial, pues temen por el futuro de cientos de centros y de miles de profesionales. Y tampoco están de acuerdo con el sistema por una cuestión de seguridad.El Ministerio del Interior ya ha confirmado que están analizando la reforma.
De acuerdo con el ministro Fernando Grande-Marlaska, lo están «estudiando y valorando para poder tomar una decisión«. A priori, sería una manera de adaptar la formación a los nuevos retos tecnológicos y de seguridad vial. Pero las reacciones no se han hecho esperar, pues las autoescuelas consideran que este plan pone en riesgo su supervivencia, mientras que la DGT piensa en el modelo como una manera de enseñar más homogénea, asequible para los futuros conductores y actualizada a la realidad actual.
¿Por qué la DGT se fija en Estados Unidos?

El sistema que estudia implantar la DGT se basa en la figura de los tutores de Estado, un modelo que se aplica en países como Estados Unidos. Consiste, como su propio nombre indica, en que el Estado asigne al alumno un formador homologado (o un tutor) que controle directamente los contenidos, métodos de evaluación y que cumpla ciertos estándares de calidad. Es decir, se reemplazaría el modelo privado y descentralizado actual por una red pública mucho más homogénea, porque las autoridades de tráfico seguirían formando parte de alguna manera del proceso.
El motivo que hace que la DGT esté valorando este sistema es el precio tan alto del sistema tradicional, basado en autoescuelas privadas y con fuertes desigualdades de calidad y precio entre territorios. En España, el precio de sacarse el carnet a la primera ronda entre los 650 y los 1.500 euros, pero la cifra final depende mucho según la comunidad autónoma. Y con este modelo la idea es reducir costes para los futuros conductores.
No es una medida ‘nueva’ para la DGT, porque sabemos que llevan ya un tiempo pensando en ella. Está sobre la mesa del Ministerio del Interior y hay quien defiende que estaría mucho más adaptada a la realidad actual.
Las autoescuelas temen por su futuro

Evidentemente, las autoescuelas están totalmente en contra de esta medida de la DGT al pensar que generaría incertidumbre en un sector que lleva años funcionando de la misma manera. El principal argumento de estos centros alude a la seguridad, pues el modelo de tutores está todavía muy en el aire y se desconoce qué formación tendría esa persona.
En algunos países, los futuros conductores pueden circular si van acompañados por un tutor mayor de edad, generalmente los padres o algún familiar, para poder ahorrarse clases de autoescuela o llegar mejor preparado. En cualquier caso, hay posturas muy críticas con esta idea, porque un conductor con años de experiencia no es un profesional capaz de enseñar. Incluso puede contagiar sus manías o vicios al volante, y seguramente habría muchas cuestiones con las implicaciones legales o qué ocurriría en caso de sufrir un accidente.
De momento, no hay ninguna hoja de ruta ni previsión, pero es una medida que la DGT ya tiene sobre la mesa. Y si no entra en vigor de forma definitiva, puede hacerlo de manera parcial.