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viernes, 27 junio 2025

Lío a la vista: La DGT enfada a la Guardia Civil con su política de radares en plena Operación Salida

La DGT y la Guardia Civil son dos de los organismos más importantes en el ámbito de la seguridad de nuestro país. Por ello, resulta cuanto menos chocante el hecho de que puedan llegar a enfrentarse de algún modo, aunque esto es lo que ocurrió hace algunas semanas. Una situación que ha sacudido los cimientos de la relación entre estas dos entidades, cuyo origen procede de la política de radares que sigue la DGT, en detrimento del número de agentes que hay vigilando las carreteras.

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Es posible que, como muchos conductores en España, te sientas un poco a la deriva en este mar de normativas, y no es para menos. ¿Qué pasa de verdad detrás de las cámaras con las multas de tráfico y los radares? La Guardia Civil, a través de la asociación AEGC, parece tenerlo muy claro. Y la polémica está servida.

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La polémica frase que lo inició todo

Fuente: Congreso de los Diputados

El director de la DGT, Pere Navarro, hizo unas declaraciones que han caído como un jarro de agua fría en el seno de la Guardia Civil. Habló sobre la política de radares, y lo hizo de una forma que ha indignado mucho a los agentes encargados de velar por la seguridad en nuestras carreteras.

La frase en cuestión fue contundente y, para muchos, desafortunada: «Los radares no se ponen para recaudar, sino para evitar accidentes». Es el mensaje oficial que siempre se ha transmitido. Sin embargo, la AEGC ha estallado contra estas declaraciones. Su respuesta ha sido clara y directa: la política de radares de la DGT es, en muchas ocasiones, puramente recaudatoria, y que la única manera efectiva de reducir los accidentes y las infracciones es aumentando el número de agentes, no de radares.

En el comunicadose puede leer literalmente: “Prueba de ello es el trabajo durante esta operación especial de tráfico semana santa 2025, donde han proporcionado un mayor nivel de seguridad vial, en concreto en su segunda fase, detectando a un vehículo circulando a 228 kilómetros por hora en una vía limitada a 120 kilómetros por hora, superando con creces los 80 permitidos reglamentariamente, según lo estipulado en el código penal en su artículo 379.1.

Desde la Asociación Española de Guardias Civiles no entendemos como los máximos responsables de la DGT siguen empecinados en deteriorar día tras día esta Agrupación apostando sólo por la caja registradora y no por los miembros de la Agrupación que son los que salvan vidas y llevan a cabo una función preventiva frente a los delitos día a día en las carreteras.”

Espalda
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