La seguridad vial es una prioridad absoluta en las carreteras españolas, y la Dirección General de Tráfico (DGT) implementa diversas medidas para garantizar un entorno de conducción seguro. Una de las prácticas esenciales para mejorar la seguridad en la carretera es el uso adecuado de los intermitentes.
Estos pequeños dispositivos, también conocidos como direccionales o señales de giro, desempeñan un papel crucial en la comunicación entre conductores y la prevención de accidentes. A lo largo de estas líneas, profundizaremos en las sanciones impuestas por la DGT en caso de un uso incorrecto de los intermitentes y cómo evitar una multa de 200 euros.
1La importancia que la DGT da a los intermitentes
Los intermitentes no son simplemente luces parpadeantes en un vehículo; son una forma de comunicación en la carretera. Estos dispositivos indican las intenciones del conductor al cambiar de dirección o carril, permitiendo que otros conductores y peatones comprendan sus movimientos y tomen las precauciones necesarias.
El uso apropiado de los intermitentes es fundamental para mantener el flujo de tráfico organizado y reducir la probabilidad de colisiones. Además de ser una norma de tráfico, señalizar adecuadamente es una medida de seguridad esencial.