El consumo de alcohol y drogas está presentes en más de la mitad de los fallecimientos en siniestros de tráfico. Según la Memoria 2023 de hallazgos toxicológicos en víctimas de accidente de tráfico del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF), de los 862 conductores fallecidos y sometidos a autopsia y análisis toxicológico ese año, el 53,6%, un total de 462, dieron positivo en alcohol, drogas o psicofármacos, aisladamente o en combinación,
Las cifras convierten a esas sustancias en la segunda causa de siniestralidad vial en nuestro país, solo por detrás de las distracciones, con la velocidad en tercer lugar. Por eso, la Dirección General de Tráfico, DGT pone el foco en el consumo parte de los conductores con campañas específicas de vigilancia como la que se acaba de activar esta semana y estará vigente hasta el domingo día 20.

Más siniestros viales y de mayor gravedad
A lo largo de esta semana, los agentes de la Guardia Civil de Tráfico, las policías autonómicas y municipales tienen previsto realizar más de 30.000 controles diarios de alcohol y drogas en toda España. Estos controles de alcohol y drogas se intensificarán tanto en las vías interurbanas como en las urbanas.
En la anterior campaña de este tipo llevada a cabo por la DGT, casi 600 automovilistas fueron multados cada día por dar positivo en los controles de alcohol y drogas. En total, los agentes realizaron pruebas a 251.140 conductores, de los que 4.172 dieron positivo en alcohol y/o drogas.
Además, según diferentes estudios, las consecuencias de consumir estas sustancias y ponerse al volante no solo se relacionan con un mayor número de accidentes, sino que también incrementan la gravedad de los mismos. En los siniestros viales donde el alcohol está presente, las lesiones sufridas por las víctimas suelen ser más graves y tienen peor pronóstico. Esto se debe, en parte, a que la conducción bajo los efectos del alcohol suele estar asociada a comportamientos de alto riesgo, como el exceso de velocidad, no utilizar el cinturón de seguridad o realizar maniobras temerarias.

Con el apoyo de ASPAYM
Al igual que en años anteriores, la campaña actual está apoyada por la Federación Nacional de Lesionados Medulares y Otras Discapacidades Físicos (ASPAYM), que colabora con la DGT desde 2007 concienciando a los conductores sobre el grave riesgo que supone circular habiendo ingerido alcohol y otras drogas.
Bajo el lema “No corras, no bebas… no cambies las ruedas”, los voluntarios de la asociación, víctimas de accidentes de tráfico, acompañarán a los agentes encargados de realizar los controles en las provincias de Asturias, Cádiz, Córdoba, Cuenca, Jaén, Madrid, Murcia y Sevilla para concienciar sobre las consecuencias del consumo de alcohol al volante.
Consejos de la DGT en torno al alcohol y las drogas

El alcohol actúa como un depresor del sistema nervioso central y afecta de forma directa a funciones esenciales para una conducción segura, como la percepción, el tiempo de reacción, la coordinación y la capacidad de juicio. Además, a medida que aumenta la tasa de alcoholemia, los efectos se agravan considerablemente.
Por otro lado, el consumo de alcohol también afecta al estado emocional del conductor, generando una falsa sensación de seguridad, euforia o despreocupación. Estas emociones conducen, con frecuencia, a infravalorar los riesgos reales del tráfico, lo que se traduce en un aumento de conductas imprudentes.

Actualmente, el Gobierno estudia una propuesta legislativa que reducirá la tasa máxima de alcohol permitida hasta 0,1% miligramos por litro de aire espirado y que se prevé entre en vigor a finales de este mismo año, ya que la mayoría de los grupos del Congreso de los Diputados la apoyan. Pese a ello, para la DGT, la única tasa segura es 0,0% y, por eso, recomiendan adelantarse a la nueva normativa que tramita el Congreso porque no consumir ni una sola gota de alcohol antes de conducir contribuye a prevenir siniestros y salvar vidas.
Además, advierten de que conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas pone en riesgo vidas y lo que se percibe como una “decisión personal” puede acabar teniendo un impacto devastador en familias enteras.
Por otro lado, lo sensato es que si alguien de tu entorno ha consumido, impidas que coja el coche, ya que la responsabilidad en la seguridad vial no se limita únicamente al conductor. Y recomiendan que nunca te subas como pasajero con una persona que haya bebido o consumido drogas.
Multa y también delito
Además, desde la DGT recuerdan que ingerir alcohol o drogas y conducir no solo puede tener consecuencias fatales para la seguridad vial, sino que también es objeto de multa y puede constituir un delito. En 2024, según los datos de la Fiscalía de Seguridad Vial, más de 50.000 conductores fueron condenados por conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas.
