La movilidad laboral sigue siendo un riesgo real y los desplazamientos vinculados al trabajo continúan como el elemento de mayor vulnerabilidad en la seguridad laboral en España. En nuestro país, el año pasado, se registraron 76.327 siniestros viales relacionados con el trabajo, que representan el 11,8% de todos los accidentes laborales del país. Estos siniestros causaron 239 muertes, casi el 30% del total de fallecidos en accidentes de trabajo, consolidándose como la segunda causa de muerte laboral en España.
Un nuevo informe del Real Automóvil Club de España (Race) y la Fundación Race, respaldados por FIA Foundation, revela las importantes carencias en materia de formación y prevención relacionada con la movilidad laboral que existen en nuestro país y deja claro que la cultura preventiva no está plenamente consolidada en España. Un estudio cuya publicación coincide con la declaración por parte del Gobierno de 2026 como Año de la Seguridad y Salud en el Trabajo, celebrando tres décadas desde la aprobación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
El 29% de los profesionales ha tenido un accidente de camino al trabajo
Este exhaustivo estudio está basado en más de 2.500 encuestas a trabajadores por cuenta ajena, autónomos y responsables de prevención de riesgos laborales, junto con entrevistas en profundidad a expertos de organizaciones empresariales, sindicatos y administraciones públicas y dibuja un panorama inquietante sobre los desplazamientos vinculados al trabajo.
El informe revela cifras alarmantes expuestas tanto por trabajadores por cuenta ajena como por autónomos. El 29% de ambos colectivos declara haber sufrido un siniestro in itinere (en el trayecto de ida o vuelta al trabajo), mientras que el 21% de los asalariados y el 23% de los autónomos han sufrido accidentes durante su jornada laboral.
De los 76.327 siniestros viales laborales registrados en 2024, el 72% (54.993 accidentes) ocurrieron durante los desplazamientos in itinere, mientras que el 28% restante (21.334) se produjeron durante la jornada laboral. Las víctimas mortales se distribuyeron de forma similar: 135 personas fallecieron yendo o volviendo del trabajo, frente a 104 que perdieron la vida durante su actividad profesional.
Cansancio, estrés y móvil
El estudio identifica con claridad los factores que incrementan el riesgo en los desplazamientos diarios al trabajo o durante el trabajo. El cansancio, el estrés y las prisas emergen como los principales enemigos de la seguridad vial laboral, especialmente entre los autónomos, donde ocho de cada diez señalan estos elementos como causas determinantes del riesgo de accidente.
El uso del móvil al volante se consolida como otra de las grandes amenazas, aunque los datos revelan una falta preocupante de políticas empresariales al respecto: apenas el 27% de los trabajadores por cuenta ajena afirma que su empresa cuenta con normas específicas sobre el uso del teléfono, mantenimiento del vehículo y otras medidas de seguridad para conductores.
El estado de los vehículos tampoco ayuda. El 73% de los trabajadores identifica este problema como un factor crítico de riesgo, seguido por las condiciones de trabajo (67%) y el deterioro de las infraestructuras viales (58%).
Por otro lado, el informe del Race constata un gran déficit formativo e informativo en materia de movilidad laboral. Solo el 14% de los trabajadores por cuenta ajena ha recibido formación práctica específica en conducción para afrontar situaciones de riesgo laboral. Entre los autónomos, la situación es aún más grave: el 70% declara no haber recibido ningún tipo de formación en seguridad vial laboral, y un 25% ni siquiera conoce sus propias coberturas de seguro.
Esta carencia formativa contrasta con la alta dependencia del vehículo que tienen muchos profesionales para desarrollar su actividad, especialmente los trabajadores por cuenta propia, que reclaman una mayor implicación de las administraciones públicas y un apoyo más claro en materia de prevención.
Se ha avanzado, pero queda camino por recorrer
Desde la perspectiva de los responsables de Prevención de Riesgos Laborales (PRL), la movilidad se ha convertido en un riesgo transversal que afecta a la mayoría de las empresas, independientemente de su sector de actividad. El 82% de estos profesionales considera que la seguridad vial laboral ha mejorado en los últimos años, lo que refleja avances en la cultura preventiva.
Sin embargo, reconocen que aún queda un largo camino: solo seis de cada diez empresas cuentan con protocolos específicos de seguridad vial, y los niveles de riesgo percibido siguen situándose en valores medios-altos. Los expertos identifican importantes carencias en la planificación de rutas, la gestión de tiempos de desplazamiento y los procedimientos internos, especialmente para los trayectos in itinere, que quedan fuera del control directo de las organizaciones.
La nueva Ley de Movilidad Sostenible representa, según los expertos, un punto de inflexión al hacer obligatorios los planes de movilidad en empresas de cierto tamaño. Esto permitirá extender las mejores prácticas, homogeneizar criterios y crear una cultura de prevención más sólida en toda la geografía española.
Por otro lado, los trabajadores tienen claro qué necesitan para mejorar su seguridad. Las medidas más valoradas incluyen equipar a los vehículos con mejores sistemas de seguridad (77% de trabajadores por cuenta ajena lo consideran prioritario), realizar un mantenimiento adecuado y periódico (74% de asalariados y 85% de autónomos lo destacan como esencial), modernizar el parque móvil empresarial (73% lo valoran positivamente), mejorar las infraestructuras de transporte (79% de los autónomos lo reclaman), o una gestión adecuada de los tiempos de desplazamiento (75% de trabajadores por cuenta propia lo señalan como clave).
