Vamos a la gasolinera, cogemos la manguera, llenamos el depósito y seguimos nuestro camino. El acto de repostar es sencillo y rutinario, ¿verdad? Sin embargo, muchos conductores desconocen que un pequeño descuido o una práctica equivocada en ese momento puede convertirse en una avería costosa para el coche.
En España, a pesar del auge de los eléctricos, los motores de combustión aún dominan las carreteras. Las estaciones de servicio son escenario habitual de colas, sobre todo en verano, cuando los desplazamientos se multiplican. Y en medio de esa rutina, muchos olvidan que repostar no es solo llenar el depósito: es hacerlo de forma correcta y responsable.
6Consejos de seguridad: alarga la vida de tu coche

Cuidado con las prisas y las malas costumbres adquiridas con el tiempo. Además de evitar averías, repostar correctamente ayuda a circular de forma más segura y eficiente. Para siempre al primer ‘clic’ del surtidor, no fuerces más combustible, elige el carburante adecuado, apaga el motor durante el proceso y cierra bien el tapón antes de arrancar de nuevo.
Son pequeños gestos que no cuestan nada, pero que ahorran disgustos importantes. Porque un despiste al repostar no solo afecta al bolsillo: también puede poner en riesgo la seguridad de los ocupantes del vehículo y de quienes están alrededor. Así que, cuando eches carburante, pon en ello tus cinco sentidos. Más vale prevenir que tener que lamentar.