La edición 2025 de El Desierto de los Niños prometía paisajes insólitos, con la presencia de lagos inesperados en mitad del desierto debido a las intensas lluvias del año anterior. Pero lo que nadie anticipaba era que el agua acabaría siendo el verdadero eje de esta aventura solidaria. Desde el inicio, las precipitaciones no solo acompañaron a la caravana, sino que complicaron seriamente el recorrido, convirtiendo las pistas en verdaderos campos de barro y elevando el nivel de dificultad de forma notable.
Una caravana numerosa

La expedición partió con 38 vehículos y 120 participantes, pero ya desde los primeros compases surgieron complicaciones logísticas: el fuerte temporal obligó a modificar el puerto de salida en España, ya que las condiciones en Tarifa hacían inviable el embarque. Tras cruzar el Estrecho con éxito, la caravana se adentró en Marruecos bajo cielos grises y persistente lluvia, que solo permitió breves momentos de respiro.
Gracias a estas treguas, fue posible mantener algunas actividades previstas, como la visita a las históricas ruinas de Lixus, una joya arqueológica de la época romana situada a pocos kilómetros de Larache.
Aunque las lluvias en el norte de Marruecos no son inusuales por estas fechas, lo excepcional ocurrió más adelante, cuando, tras cruzar la cordillera del Atlas, una tormenta violenta sorprendió a los viajeros poco antes de llegar a su destino. En cuestión de minutos, el agua transformó el paisaje árido: caminos cortados por ríos improvisados, carreteras anegadas y antiguos lagos secos llenos nuevamente. El agua comenzó a circular por los lechos de arena, haciendo del barro el nuevo protagonista.
La gama Hyundai en un entorno hostil
Este inesperado giro climático puso a prueba la capacidad de los vehículos Hyundai, que una vez más demostraron su idoneidad para los terrenos más difíciles. Modelos como el Santa Fe (prueba de este modelo), el Tucson, el Kona o el IONIQ5 ofrecieron un rendimiento sobresaliente.

Este último, de hecho, sorprendió al grupo con su facilidad para rescatar vehículos encallados gracias a su potente par motor y la tracción proporcionada por los neumáticos Hankook Dynapro AT2, que mostraron gran eficacia incluso en condiciones tan adversas. Equipados con accesorios de rescate cedidos por Promyges 4×4, los rescates se llevaron a cabo con total seguridad.
En palabras de Leopoldo Satrústegui, presidente y CEO de Hyundai, la implicación de la marca con El Desierto de los Niños va más allá de la movilidad: “Llevamos más de dos décadas colaborando en este proyecto solidario centrado en la educación y el deporte. En esta edición 2025, hemos colocado la primera piedra de unas instalaciones deportivas en Ramlia. Nuestra convicción es clara: la educación y el deporte son pilares fundamentales para el desarrollo social. Y cada año, sentimos que podemos hacer más”, señaló al hacer balance de esta última edición.

La labor de la marca coreana en Marruecos no se limita a esta edición. A lo largo de 19 años, más de 2.500 niños han participado en distintas actividades, beneficiándose de la construcción de escuelas, pozos, bibliotecas y el reparto de materiales educativos. Todo ello con el firme propósito de reducir desigualdades y fomentar oportunidades en zonas remotas del país.
Recuperación de instalaciones
Uno de los puntos destacados de este año fue la recuperación de la sede de la asociación local de Tisserdimine, que sufrió daños estructurales por las lluvias de 2024. Gracias al apoyo económico de Hyundai, no solo se restauró el edificio, sino que se instalaron placas solares para garantizar el suministro eléctrico. Durante la reinauguración, se entregaron carteles informativos elaborados por la Fundación RACE con consejos de seguridad vial dirigidos a los más pequeños.
La siguiente parada solidaria fue en Ramlia, una aldea en pleno desierto, de acceso complicado. Aquí se llevará a cabo la construcción de unas modernas instalaciones deportivas en la escuela local, además de una nueva biblioteca completamente equipada. Incluso se instaló un columpio, donado por uno de los participantes, que hizo las delicias de los niños del lugar.

Ya en la jornada final, en Erfoud, se realizó la entrega de material solidario a distintas asociaciones, entre ellas la ‘Association Tafilalet pour les Handicapés’, que funciona como centro de día para personas con discapacidad.
El camión de Bujarkay transportó sillas de ruedas, muletas, utensilios y alimentos, aportando recursos fundamentales a quienes más los necesitan. Pero más allá del aporte material, lo más entrañable fue la convivencia: juegos, bailes y sonrisas entre niños marroquíes y españoles, generando momentos imborrables para todos los presentes.
798 revisiones ópticas realizadas por Alain Afflelou
Una vez más, brilló con luz propia la labor de las voluntarias de la Fundación Alain Afflelou, que con su Hyundai Staria recorrieron cuatro localidades (Hassilabied, Ramlia, Khamlia y Kssar Moulay Brahim), realizando un total de 798 revisiones ópticas. Eva Ivars, consejera delegada de Alain Afflelou en España, subrayó el impacto de estas acciones: “Nuestros voluntarios transforman vidas. Una buena salud visual mejora radicalmente el día a día de muchas personas en estas zonas tan apartadas”, dijo.

De las 798 personas atendidas, 553 necesitaron gafas, y algunas incluso dos tipos. En total, se fabricarán 650 gafas graduadas y 245 gafas de sol. Las monturas serán ensambladas en Marruecos por la empresa INDO, siguiendo las indicaciones del equipo óptico para su posterior distribución.
Aunque esta edición ha concluido, el trabajo continúa. Ya se están preparando las ediciones de 2026 y 2027, en colaboración con la cadena Xaluca, con las etapas y alojamientos prácticamente definidos. A finales de junio, los organizadores viajarán nuevamente a Marruecos para perfilar los nuevos itinerarios y detectar otras necesidades.
Asociación Desierto de los Niños

Todo este esfuerzo se canaliza a través de ADN, Asociación Desierto Niños, entidad fundada en 2009 con el propósito de gestionar, durante todo el año, la ayuda solidaria que se entrega en el sur de Marruecos. Su lema, “Juntos es más fácil”, resume perfectamente el espíritu de una iniciativa que combina aventura, compromiso social y cooperación internacional.
El Desierto de los Niños 2025 ha sido una edición especialmente desafiante, pero también especialmente significativa. Bajo la lluvia y el barro, se consolidó el verdadero propósito del viaje: acercar recursos, sonrisas y esperanza a las comunidades que más lo necesitan. Y como cada año, se reafirma que, con voluntad y colaboración, es posible cambiar el mundo, paso a paso… o mejor dicho, kilómetro a kilómetro.
Fotos: Hyundai.
















































