En España, la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es una obligación legal que garantiza que los vehículos en circulación cumplan con los estándares mínimos de seguridad y respeto al medio ambiente. Sin embargo, no todos los resultados de la inspección tienen el mismo significado. Dos de las calificaciones más comunes que generan confusión son la ITV desfavorable y la ITV negativa. Aunque ambas implican problemas en el vehículo, las diferencias entre ellas son fundamentales, tanto en su gravedad como en sus consecuencias. Te explicamos cada caso y te damos consejos para afrontarlos adecuadamente.
3Qué implica una ITV negativa
La calificación de ITV negativa es más severa y se otorga cuando el vehículo presenta defectos muy graves que lo convierten en un peligro para la seguridad vial o el medio ambiente. En este caso, el vehículo queda completamente prohibido de circular, ni siquiera para trasladarse al taller. En lugar de ello, debe ser transportado en grúa tanto para la reparación como para la posterior re-inspección.
Las razones comunes para una ITV negativa incluyen fallos estructurales en el chasis, problemas críticos en el sistema de frenado o emisiones contaminantes extremadamente altas. Esta calificación subraya la urgencia de reparar el vehículo antes de que vuelva a circular.