Cada mes, miles de conductores madrileños se enfrentan al examen más temido de su vehículo: la ITV. Una inspección obligatoria que, más allá de un simple trámite administrativo, se convierte en un verdadero filtro de seguridad y medioambiente para garantizar que los coches que circulan por nuestras carreteras cumplen las condiciones técnicas mínimas.
En julio de 2025, las estaciones de inspección técnica de vehículos en Madrid registraron un repunte significativo en el número de revisiones: se inspeccionaron 281.949 vehículos, un 10,8% más que en junio. Y aunque el 83% consiguió superarla a la primera, lo cierto es que hubo un 16,85% de coches que se quedaron en el camino. ¿La razón principal? Un defecto que arrasa con fuerza y que está muy relacionado con la sostenibilidad: las emisiones contaminantes.
2Alumbrado y señalización: el segundo obstáculo más común

En segundo lugar, con un 26,9% de los rechazos, aparecen los fallos en alumbrado y señalización. Son defectos que, a simple vista, muchos conductores pasan por alto: una bombilla fundida, un intermitente que parpadea irregularmente o un piloto trasero que no ilumina como debería. Sin embargo, todos estos pequeños problemas se convierten en defectos graves cuando hablamos de seguridad vial.
La visibilidad es un factor fundamental al conducir, especialmente en horas nocturnas o con meteorología adversa. Un coche con luces defectuosas no solo pone en riesgo al propio conductor, sino también al resto de usuarios de la vía. Por eso, la recomendación de AEMA-ITV es sencilla: revisar periódicamente el estado de los faros y señalización antes de acudir a la inspección.