Cada mes, miles de conductores madrileños se enfrentan al examen más temido de su vehículo: la ITV. Una inspección obligatoria que, más allá de un simple trámite administrativo, se convierte en un verdadero filtro de seguridad y medioambiente para garantizar que los coches que circulan por nuestras carreteras cumplen las condiciones técnicas mínimas.
En julio de 2025, las estaciones de inspección técnica de vehículos en Madrid registraron un repunte significativo en el número de revisiones: se inspeccionaron 281.949 vehículos, un 10,8% más que en junio. Y aunque el 83% consiguió superarla a la primera, lo cierto es que hubo un 16,85% de coches que se quedaron en el camino. ¿La razón principal? Un defecto que arrasa con fuerza y que está muy relacionado con la sostenibilidad: las emisiones contaminantes.
1Emisiones contaminantes: el enemigo número uno en la ITV

De todos los defectos graves detectados en las inspecciones de julio, el 30,3% estuvo relacionado con emisiones contaminantes. Este porcentaje supone un incremento respecto al 29,5% registrado en el mismo mes del año anterior, consolidando este problema como el gran dolor de cabeza de conductores y talleres.
La preocupación por las emisiones no es un capricho normativo: los gases procedentes de motores en mal estado no solo dañan el medioambiente, sino que también afectan directamente a la salud pública. Los sistemas de escape, catalizadores y filtros de partículas son piezas clave que, si no se revisan con frecuencia, pueden fallar y provocar que el coche no supere la ITV.