Comprar un coche de segunda mano en España sigue siendo una de las decisiones más comunes para quienes buscan movilidad sin asumir el elevado coste de un vehículo nuevo. Sin embargo, también puede convertirse en una trampa si no se presta atención a ciertos detalles técnicos que pueden pasarse por alto fácilmente. Uno de los fraudes más extendidos en este sector es la manipulación del cuentakilómetros, una práctica tan silenciosa como dañina, que puede encarecer el coche en miles de euros y generar riesgos para la seguridad del conductor.
Según un estudio reciente realizado por Carly, una aplicación especializada en diagnóstico de vehículos, el 8,5 % de los coches inspeccionados en 2024 en España presentaban evidencias de haber tenido su kilometraje alterado. Esto significa que uno de cada doce vehículos de ocasión en circulación podría estar mintiendo sobre los kilómetros recorridos. El dato es alarmante, sobre todo porque afecta a una gran variedad de marcas y modelos, desde los más exclusivos hasta los más populares.
2El impacto económico de un coche con kilómetros falsos

Manipular el cuentakilómetros de un coche tiene consecuencias directas para el comprador. De media, un coche con el odómetro trucado oculta unos 83.874 kilómetros recorridos, según datos de carVertical. Esta alteración puede inflar el precio de venta en un 21 %, lo que supone pagar hasta 2.000 euros de más por cada 100.000 kilómetros borrados. En otras palabras, el comprador termina pagando más por un coche más viejo y con más desgaste del que aparenta.
Además del sobreprecio, están las consecuencias mecánicas. Un coche con más kilómetros de los que declara puede tener el motor, los frenos o la suspensión en peor estado del esperado. Esto se traduce en reparaciones inesperadas, averías tempranas e incluso riesgos para la seguridad si algún componente esencial no ha sido revisado o sustituido a tiempo.