comscore
jueves, 18 septiembre 2025

Los consejos que la Guardia Civil de Tráfico da por si tu coche se rompe en plena carretera

En la autopista de la vida, nunca queremos encontrarnos con ese inoportuno y potencialmente peligroso invitado: una avería del coche en plena carretera. Sin embargo, cualquier conductor puede ser víctima de esta situación. Para situaciones así, la Guardia Civil de Tráfico no solo presta su servicio incansablemente, sino que también facilita una serie de consejos y recomendaciones prácticas, diseñadas para salvaguardar nuestra seguridad, la fluidez del tráfico y, en última instancia, nuestra propia tranquilidad.

A continuación, desglosaremos estos importantes tips en detalle, con el objetivo de convertir la incertidumbre y el agobio en una experiencia gestionable y —por qué no— en una anécdota más del camino.

ANTES DEL VIAJE: PREVENCIÓN Y PLANIFICACIÓN

ANTES DEL VIAJE: PREVENCIÓN Y PLANIFICACIÓN

Disponer de un vehículo en perfecto estado de revista no es solo símbolo de orgullo del propietario, sino una medida de seguridad esencial. Revisar nuestro vehículo antes de emprender cualquier viaje es el primer paso para evitar posibles averías. ¿Aceite, refrigerante, frenos, luces en orden? Compruébalo. Además, es crucial llevar un triángulo de emergencia y los chalecos reflectantes obligatorios. Tener a mano el número de atención en carretera y una suscripción actualizada a un servicio de asistencia en viaje serán aliados inestimables antes de partir.

Publicidad

Una vez dentro del coche, no está de más repasar mentalmente los procedimientos a seguir en caso de accidente o avería. Imaginar dónde colocaremos el triángulo de emergencia o cómo ponernos el chaleco reflectante pueden simplificar las cosas si llegado el momento debemos actuar con rapidez.

DURANTE LA AVERÍA: PRIORIDAD A LA SEGURIDAD

Si la fortuna nos es esquiva y el coche decide no colaborar, nuestra primera misión es garantizar la seguridad propia y la de los demás usuarios de la vía. Encender las luces de emergencia y dirigirnos, en la medida de lo posible, hacia el arcén o una zona de emergencia, alejándonos del flujo vehicular. Una vez fuera del asfalto y con el coche detenido, el siguiente paso —vistiendo ya nuestro chaleco reflectante— será colocar el triángulo de emergencia a una distancia prudencial, lo cual es crucial para avisar a otros conductores de la presencia de una avería o emergencia en la carretera.

Si la ubicación en la que nos encontramos no es segura, o existe algún peligro adicional (como condiciones meteorológicas adversas), el protocolo dicta que debemos abandonar el vehículo y situarnos en un lugar seguro. En este momento, el uso del móvil para contactar con servicios de asistencia es vital, así como informar a las autoridades competentes de nuestra situación.

DESPUÉS DE LA AVERÍA: GESTIÓN Y RESPONSABILIDAD

DESPUÉS DE LA AVERÍA: GESTIÓN Y RESPONSABILIDAD

Una vez que la ayuda está en camino, es primordial mantener la calma y esperar en un punto seguro. No tratar de solucionar el problema por nuestra cuenta, especialmente si carecemos de los conocimientos mecánicos necesarios, evitando así riesgos innecesarios. Con la llegada de los técnicos de asistencia en carretera o de las fuerzas del orden, deberemos facilitar toda la información posible sobre la avería y seguir sus instrucciones al pie de la letra.

En el lapso de espera, y siempre que la situación lo permita, es útil tomar notas sobre lo sucedido y, si es necesario, hacer uso de nuestro seguro vehicular. Tras la reparación o el apuntalamiento provisional del vehículo, y antes de reincorporarnos a la marcha, debemos asegurarnos de que tanto la señalización temporal como los artefactos de seguridad son retirados adecuadamente. La diligencia no acaba cuando el motor vuelve a arrancar; es deber de cada conductor confirmar que la carretera ha quedado igual de segura para el siguiente transeúnte.

EL PAPEL DE LA TECNOLOGÍA EN LA SEGURIDAD VIAL

En la era digital en la que vivimos, la tecnología se erige como un faro de esperanza que puede reducir drásticamente las posibles eventualidades en ruta. Los sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS, por sus siglas en inglés), como el frenado automático de emergencia o las alertas de cambio de carril involuntario, son ya una realidad tangible que salva vidas a diario. Es cuanto menos recomendable estar al tanto de estos avances y, en la medida de lo posible, optar por vehículos que los incorporen.

Publicidad

Igualmente importante es el uso inteligente del smartphone a través de aplicaciones de tráfico y navegación que ofrecen información en tiempo real sobre el estado de las carreteras y las condiciones de tráfico. La anticipación es un valor en alza, y gracias a estas herramientas digitales, es posible ajustar nuestra ruta para evitar zonas con incidencias conocidas.

LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN VIAL

LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN VIAL

La Guardia Civil de Tráfico es un elemento clave en el ecosistema de la seguridad vial, pero su labor va más allá de la asistencia en carretera. La función pedagógica que desempeña al impartir educación vial al conjunto de la sociedad es un pilar fundamental para reducir el número de accidentes y averías. Cursos de conducción defensiva, talleres sobre mantenimiento preventivo y capacitaciones sobre primeros auxilios en carretera, constituyen una dotación valiosa para cualquier conductor.

Publicidad

Fomentar una cultura de responsabilidad y respeto en la vía no solamente se refleja en acciones individuales, sino que forja una comunidad conducente a prácticas seguras comunes. Este enfoque colectivo aumenta las probabilidades de que, en caso de encontrarnos con un coche en apuros, seamos parte de la solución y no un obstáculo adicional.

CONECTIVIDAD Y ASISTENCIA EN CARRETERA

No nos encontramos solos en la carretera, aunque a veces lo parezca. La asistencia en carretera ha evolucionado significativamente, en gran medida gracias a la conectividad. Hoy en día, disponemos de sistemas telemáticos incorporados en muchos vehículos que son capaces de realizar llamadas automáticas a servicios de emergencia en caso de accidente, incluso si el conductor está inconsciente.

Además, la posibilidad de conectarnos con otros conductores mediante plataformas colaborativas puede ser un recurso valioso. Intercambiar información sobre el estado de la carretera, alertar sobre accidentes o ayudarnos mutuamente en situaciones de emergencia son ventajas de una sociedad cada vez más interconectada y solidaria en el asfalto.

En conclusión, la Guardia Civil de Tráfico y las prácticas de conducción segura no flotan en el vacío, sino que se integran en una red más amplia, donde cada eslabón —tecnología, educación y conectividad— fortalece la cadena de la seguridad vial. Como conductores, al abrazar estas herramientas y conocimientos, nos equipamos mejor para enfrentar las adversidades. Conscientes de que los riesgos existen, es nuestra preparación y respuesta, individual y colectiva, la que determina el rumbo de nuestros viajes en carretera. Manteniendo el volante firme y la prudencia por bandera, cualquier contratiempo puede ser superado.

Publicidad