Miguel tiene 33 años y trabaja como repartidor en Madrid. Su jornada comienza a las seis de la mañana y termina bien entada la tarde. Entre medias, realiza a diario la misma rutina, que pasa por cargar la furgoneta, diseñar la ruta y pasar horas al volante para que todos los paquetes lleguen a su destino a tiempo. Lógicamente, como cualquier otro conductor que pase tantas horas al volante, se enfrenta a diario a todo tipo de situaciones en la carretera.
Existe una diferencia de velocidad entre los turismos y las furgonetas, aunque a priori parezca mínima. Este conductor de furgoneta de reparto explica cuál es la velocidad máxima a la que puede circular, sobre todo por los coches que se le pegan detrás mientras adelanta por el carril de la izquierda.
Lógicamente, hay una normativa que les respalda, y se ha encargado de explicarla para todos los que no la conocen.
Esa es la normativa que marca los límites de las furgonetas en autovía

Para saber cuál es la velocidad máxima permitida solo tenemos que acudir al Reglamento General de Circulación (RGC). Eso sí, tenemos que separar entre distintos tipos de vehículos:
- Furgonetas mixtas (transportan personas y mercancías de forma simultánea o no): 90 km/h en autovías y autopistas.
- Furgonetas ligeras (vehículos comerciales ligeros con una sola fila de asientos que se destina al transporte de mercancías): 100 km/h en autovías y autopistas.
- Vehículo derivado del turismo: 100 km/h en autovías y autopistas.
- Furgoneta camper: 120 km/h en autovías y autopistas.
El límite de velocidad depende del tipo de furgoneta, pero ya vemos que las de reparto tienen un límite más bajo que un turismo. Por tanto, tienen menos margen al adelantar, por ejemplo, a un camión. Y muchos conductores de coches (aún más si van con prisas) perciben que la maniobra de la furgoneta es demasiado lenta e innecesaria, pero simplemente está respetando el límite legal. Además, hay que tener en cuenta el peso extra de la carga.
Una furgoneta cargada con cientos de kilos no se comporta igual que cuando va vacía. Le cuesta más acelerar, la estabilidad es más delicada y compromete también la capacidad de reacción. Por tanto, es más importante si cabe calcular distancias, anticipar el tráfico y confiar en que ningún coche circule demasiado rápido por el carril izquierdo.
Así es el día a día de los conductores de reparto

Al margen de la normativa relacionada con la seguridad vial, la realidad es que la jornada laboral de los profesionales del transporte está muy marcada por el estrés. Las empresas de reparto obligan a los trabajadores a cumplir ciertas rutas en plazos de tiempo bastante ajustados, así que cualquier mínimo atasco ya obliga a descuadrar los horarios.
Y muchos conductores intentan compensarlo circulando por encima de la velocidad máxima permitida, pero es un error y además pone en riesgo la seguridad vial. Lógicamente, el exceso de velocidad también afecta al consumo de combustible o el desgaste de los neumáticos.
A mayor velocidad, más gasto, y el consumo de combustible importa mucho en un sector en el que no hay mucho margen de beneficio. Además, forzar la mecánica de una furgoneta cargada implica un mayor desgaste en los frenos y en la suspensión, lo que a la larga influye en la seguridad del vehículo.
En una furgoneta, influye también la fatiga al volante después de tantas horas, el cansancio ocular y tener que lidiar con conductores que no respetan la velocidad o que circulan con una actitud impaciente. Así lo explica un conductor de furgoneta de reparto, y es el día a día de miles más.