¿Alguna vez te has puesto al volante directamente en bañador, bikini o chanclas? ¿Crees que por ir fresquito no pasa nada? Cada verano, miles de conductores optan por aligerar su vestimenta sin saber que esa decisión, aparentemente inofensiva, puede salir muy cara. Más de lo que imaginas.
Y es que, aunque no lo parezca, la ropa que eliges para conducir importa. La DGT ha vuelto a poner el foco en el ‘dress code’ veraniego: comodidad sí, pero no a costa de la seguridad. Ir más fresco puede derivar en sanciones económicas y pérdida de puntos del carnet. ¿Por qué? En este artículo, te lo explicamos.
2¿En bañador, chanclas o descalzo? Ojo a la multa

El ejemplo más claro es el de las chanclas. Este calzado puede salirse fácilmente del pie, hacer que resbale en un momento crítico o quedarse atascado entre los pedales. Por ello, la DGT lo considera un riesgo evidente y, por tanto, motivo de sanción. Lo mismo pasa con conducir descalzo: algunos piensan que así tienen más tacto con los pedales, pero en realidad se reduce el control ante situaciones de emergencia.
Con el bañador o bikini ocurre algo parecido, aunque aquí el riesgo son las consecuencias en caso de accidente. Un cinturón de seguridad en contacto directo con la piel puede provocar quemaduras por fricción o temperatura, sobre todo después de haber estado el coche al sol. Además, los airbags pueden generar heridas graves en las zonas desprotegidas. Quizá no son situaciones comunes, pero la DGT recuerda tenerlas en cuenta.