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Conducimos el Mercedes EQV. La furgoneta más tecnológica

No es que queramos menospreciar al EQV llamándole furgoneta en vez de monovolumen, es que el configurador de la marca en la web lo llama así e incluso los directivos de la marca no tienen ningún problema en denominar furgoneta al nuevo eléctrico de la gama de vehículos comerciales. Sin embargo la EQV, fabricada en la planta de Vitoria en la misma línea del Clase V, no es una furgoneta cualquiera. Es un Clase V cien por cien eléctrico con seis plazas de serie pero con posibilidad de aumentar el aforo hasta los 8 asientos, con un motor con el equivalente a 204 CV y con una batería de 100 kWh que se quedan en 90 kWh efectivos. Mercedes-Benz ha homologado para su EQV un consumo medio de 28,2 kWh/100 km y una autonomía con una sola carga de 357 kilómetros con la normativa WLTP, que aumentan hasta los 482 km en caso de que la conducción sea básicamente urbana, eso sí calculado con un conductor y sin carga.

Sin embargo en nuestra toma de contacto en recorrido 90 por ciento urbano y realizando una conducción relajada, suave y eficiente, hemos medido un gasto medio real de 27 kWh/100 km que daría para recorrer en ciudad alrededor de 330 km, lejos de la cifra homologada e incluso más lejos aún de ella si normalmente el coche va a ir cargado. No hay que olvidar que el EQV pesa la friolera de 2.635 kg sin ocupantes ni carga y que no es fácil ahorrar batería. Y no será por las ayudas que ha diseñado Mercedes para recuperar energía. Porque la EQV ofrece hasta 5 niveles de recuperación de energía ajustables con las levas, incluido el nivel «D Auto». Con él activado, el EQV adapta el nivel de recuperación de forma dinámica y predictiva entre 0 y -2 m/s², en base a los datos proporcionados por los asistentes de seguridad, cámara y navegación.

Cuatro modos de conducción

Además de esto el EQV incluye 4 modos de conducción entre los que encontramos dos, «Economy» y «Economy Plus» cuyo objetivo básico es ahorrar batería reduciendo incluso las prestaciones del motor o la climatización. De hecho está configurado para conseguir la máxima autonomía reduciendo la potencia máxima hasta los 109 CV (204 CV con kickdown) y el par de 293 Nm. También hay que destacar que en el programa E+ la eficacia de la calefacción y el aire acondicionado se reducen considerablemente.

La EQV mide en su versión «corta» nada menos que 5.140 mm de longitud y 1,96 de altura con las barras del techo, una altura que permite al EQV entrar en casi todos los garajes subterráneos. La batería se puede cargar en una toma de corriente alterna de 11 kW en 10 horas, en 80 minutos en una de 50 kW y en unos 45 minutos del 10 al 80 por ciento si la toma es de corriente continua de 110 kW. Y como todos los vehículos eléctricos, y el EQV no es una excepción, la nueva furgoneta de la marca de la estrella acelera con inmediatez, y en modo Sport el acelerador se muestra mucho más reactivo a la presión.

La velocidad está limitada de serie hasta los 140 km/h aunque opcionalmente esta se puede aumentar hasta los 160 km/h. Para soportar el mayor peso los ingenieros de Mercedes han reforzado el eje trasero y en vacío se aprecia algo de sequedad en zonas bacheadas, no obstante la EQV ofrece un gran aplomo gracias a un magnífico reparto de pesos y a un centro de gravedad más bajo. Pero si se quiere y para una conducción aún más suave, se ofrece opcionalmente la suspensión neumática Airmatic con control de altura automático. Tiene la capacidad de aumentar la distancia al suelo según sea necesario y de disminuir su altura a velocidades elevadas, lo que reduce la resistencia del viento y, por lo tanto, impacta positivamente en el consumo de electricidad y la autonomía.

El cliente de la EQV son empresas de transporte de pasajeros, embajadas, empresas de alquiler y familias numerosas con necesidad de trasladarse a menudo por la gran ciudad. Pero la factura a pagar no es baja. En concreto el EQV cuesta 79.699 euros sin descuentos (86.132 euros en acabado Avantgarde Line). No obstante la marca alemana ha preparado un paquete de lanzamiento que incluye varios descuentos, 4 años de mantenimiento gratis, el Programa de Movilidad que incluye a lo largo de dos años un coche de motor convencional y tecnología EQ durante un mes para vacaciones o viajes largos, y como colofón, gestión del punto de carga en el hogar por parte de Iberdrola (el acuerdo con esta empresa se extiende a toda la gama EQ). El pago se realizaría entregando un 20 por ciento de entrada, 650 euros al mes con un contrato a 4 años y con un valor residual garantizado por la marca. En cualquier caso y para situar al lector respecto a los precios hay que decir que en 2019 Mercedes vendió 2.700 unidades del Clase V con motores convencionales, con una media de precio de venta de 60.000 euros.