El Zafira es uno de los productos de referencia en el mercado de los vehículos monovolumen, y Opel quiere que siga siéndolo. Pionero de las siete plazas dentro de los modelos de tamaño compacto con su primera generación lanzada en 1999, del Zafira se han vendido ya 2,7 millones de unidades, de las que 730.000 corresponden al actual Zafira Tourer (Zafira 'a secas' desde ahora), que acaba de introducir diversas mejoras, especialmente en el capítulo tecnológico. Sólo los más observadores descubrirán los cambios estéticos externos, centrados en el frontal, como unos faros delanteros mejor fusionados con la parrilla y dotados de nuevas luces diurnas en forma de 'doble ala', o una nueva barra cromada que soporta el logotipo de la marca y recorre de lado a lado la toma superior del radiador, recordando bastante la imagen del nuevo Opel Astra.
Dentro también hay evolución, sobre todo en el salpicadero. Por ejemplo, la pantalla del sistema multimedia ubicada en la consola central pasa a ser de 7 pulgadas y táctil, y queda ahora más abajo y más a mano porque los diseñadores han reducido el número de botones en su entorno. También el volante cambia, pues el airbag del conductor ocupa menos espacio y eso ha permitido optimizar la ergonomía con un diseño más tridimensional. Siguiendo nuestro recorrido por el habitáculo hay que destacar también dos nuevos sistemas multimedia IntelliLink de última generación, vinculados a la citada nueva pantalla: por un lado, el IntelliLink R4.0, compatible con Apple CarPlay y Android Auto, y que permite sacar el máximo partido a nuestro smartphone desde el coche; y por otro el Navi 950 IntelliLink, que ya integra el navegador.
Versatilidad interior excelente
Y también viene integrado el Opel OnStar, sistema de conectividad personal y servicio de asistencia que protege a los ocupantes mediante la función de Respuesta Automática en caso de Accidente, permite descargar destinos en colaboración con el Navi 950 y convierte el nuevo Zafira en un punto de acceso Wi-Fi 4G/LTE capaz de conectar hasta siete dispositivos a la red del vehículo.
Y si nuestro recorrido por el habitáculo sigue hacia atrás, encontraremos como hasta ahora un versátil espacio en el que es protagonista la segunda fila de tres asientos individuales con un desplazamiento longitudinal de superior a 20 centímetros. Si hablamos de un Zafira de cinco plazas, el volumen de maletero con las dos filas en uso alcanza los 710 litros, ampiables a 1.860 si abatimos las tres plazas traseras, mientras que si nos referimos al Zafira de siete plazas, con una tercera fila compuesta por dos butacas independientes que pueden ocultarse bajo el suelo de carga, el volumen del maletero con dos filas en uso es de 650 litros, también excelente. Y la versatilidad del modelo alemán no se detiene ahí, pues el interior suma hasta 30 espacios de almacenamiento y Opel ofrece el portabicicletas opcional FlexFix, extraíble del paragolpes trasero como un cajón y que puede transportar hasta cuatro bicicletas, con un peso máximo de 80 kilos.
Gran rendimiento dinámico
Hemos tenido oportunidad de realizar una breve toma de contacto con el nuevo Zafira por carreteras y autopistas alemanas, y eso nos ha servido para comprobar que no hay variaciones en el rendimiento general o el comportamiento dinámico, dos puntos donde el monovolumen de Opel, disponible con cinco y siete plazas, ya brillaba a buen nivel. Nos sigue gustando mucho la versión 1.6 Turbo de 200 CV, un motor de gasolina que por ahora no estará disponible en nuestro país y que destaca por sus prestaciones, agrado y suavidad de marcha; aunque resulta todavía más interesante la segunda variante conducida por los alrededores de Francfort, equipada con la mecánica diésel 2.0 CDTI de 170 CV, que también procura bastante dinamismo ayudada por un par máximo soberbio: 40,8 mkg entre 1.750 y 2.500 revoluciones por minuto.
Y con el bajo consumo como virtud añadida, pues homologa un gasto medio de 4,9 l/100 km y moverse en torno a los 6 litros de promedio real es factible a poco que mimemos el acelerador. Por ejemplo, a 120 km/h, en sexta, el motor gira a sólo 2.000 vueltas, lo que contiene el consumo y también la sonoridad, que en este diésel sólo es perceptible cuando aceleramos con fuerza partiendo desde muy baja velocidad.
Faros adaptativos opcionales
Más adelante, cuando el renovado Zafira llegue a España, tendremos oportunidad de conducirlo de noche y comprobar la eficacia de los mejorados faros adaptativos AFL LED opcionales, con nueve funciones o patrones de funcionamiento, y una iluminación ahora más blanca para emular la luz solar y aumentar la seguridad. Un ámbito, el de la seguridad, donde el Zafira despunta gracias a dispositivos como el Opel Eye, que engloba el Asistente de Reconocimiento de Señales de Tráfico, el Indicador de Distancia de Seguridad, la Alerta de Colisión Frontal y la Alerta de Cambio Involuntario de Carril; sin olvidar también el Control de Crucero Adaptativo o el Chasis FlexRide, que permite elegir entre los programas Normal, Tour y Sport.
En cuanto a motores, el cliente del Zafira tiene mucho donde elegir, pues el abanico de posibilidades ofrece, incluso, versiones de gas licuado de petróleo GLP y de gas natural comprimido CNG. Pero el grueso de las ventas girará en torno a las versiones diésel, con motores 1.6 CDTI de 120 y 136 CV, y 2.0 CDTI de 170, además de los motores de gasolina 1.4 Ecotec de 120 y 140 CV. Las entregas comenzarán en septiembre, con precios recomendados que arrancan en 22.300 euros.
