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Conducimos el Cupra Formentor. Desafiante

Ha sido el caso del Formentor, el primer Cupra de verdad tras dos años vendiendo el Cupra Ateca, un aparato sensacional pero tuneado por la marca a partir del todocamino superventas de Seat . Pero el Formentor es otra cosa. Se trata de un todocamino coupé (en Cupra lo llaman A-CUV) cuya fabricación tiene lugar en España y cuyo diseño y desarrollo ha corrido a cargo del equipo técnico de Cupra recurriendo, eso sí, a plataforma y tecnologías del Grupo Volkswagen.

El Formentor mide 4,45 metros de longitud, es decir 7 centímetros más que el Ateca. Pero la clave en cuanto al atractivo diseño del Formentor está en su prolongado morro y en su altura ya que mide 1.511 mm, 10 centímetros menos que el Ateca e incluso 8 cm menos que el Mercedes AMG-GLA 35 4Matic, siempre considerado como el más bajo de los SUV deportivos. Eso no ha impedido ofrecer un interior solvente en cuanto a espacio ya sea en la cota longitudinal como en la altura en las plazas traseras, con espacio de sobra para ocupantes de talla elevada. Incluso los 420 litros de maletero en la versión de tracción total (450 en los tracción delantera y 345 en el Plug-in) no son los 485 del Ateca pero es una cifra que se acerca a la que ofrece la competencia más directa.

Un sonido que impone

El Formentor tiene buena planta y su estilo promete sensaciones, que cumple desde que se arranca, pero sobre todo desde que se selecciona el modo Cupra. Y vaya si las cumple. Aunque lo primero que sorprende al sentarse en un asiento baquet como el de un coche de carreras es la pantalla central horizontal casi tipo Tesla (de 12 pulgadas y exclusiva para este modelo) o el volante, con esos dos grandes botones de modo «Cupra» directo y de arranque. También llaman la atención unas levas de cambio, por fin más grandes que las del Ateca, y el logo de Cupra en el centro del volante, un logo que impone. Luego ya lo que impone es el sonido que emiten los escapes cuando se activa el modo Cupra, una mezcla de sonido real y simulado que incluso petardea en retención como si estuviésemos haciendo un tramo de rallyes, aunque luego se convierte en corderito en modo «Comfort» y planea suavemente llevando a los niños al colegio.

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Probamos el Cupra Formentor 2.0 TSI de 310 CV con cambio DSG de 7 marchas y tracción total, un modelo que recibe el seudónimo de VZ de la palabra Veloz, dos siglas reservadas para los Formentor de más de 245 CV, porque los de menos serán Formentor a secas. Y que nadie busque el nombre luciendo en alguna parte de la carrocería (solo está camuflado en los pilotos traseros). Por expresa estrategia de marca tanto el Cupra León como el Cupra Formentor se llamarán, a ojos de todo aquel que los contemple, exclusivamente Cupra, entre otras cosas para separarse aún más de Seat y para no volver loco al personal.

Pero volvamos a hablar de sensaciones. El Formentor es ancho y bajo, incluso su distancia libre al suelo es baja -159 milímetros frente a los 189 de un Ateca- para considerarse un todocamino, y aunque se ofrece un programa específico «off road» que no toca la altura de la suspensión, estas cotas lo apartan directamente de los fuera de pista delicados y reduce sus posibilidades fuera de lo negro a caminos de tierra o barro para centrarse en el asfalto donde ofrece un feeling sensacional. Sí, el Formentor es más de asfalto. Y de curvas, sobre todo de curvas y cuantas más mejor. Y es que la suspensión regulable en dureza de serie se encarga de buena parte del trabajo, la dirección es de las mejores que hemos probado por precisión y dureza ideal para trazar las curvas con precisión quirúrgica, los frenos Brembo son mordazas que detienen el coche a costa de que los ojos casi se salgan de las orbitas, y el motor… madre mía, cómo suena el motor y cómo empuja.

Modo Cupra adictivo

Son 310 CV con el corte en 6.600 rpm combinados con un cambio DSG programado para cambiar más rápido de lo que pestañeas y dejar que ocurran reducciones salvajes que ayuden de la manera más eficaz a trazar las curvas en la marcha que necesita cada una de esas curvas y cada uno de sus conductores. Por ejemplo, circulando a 90 en 3ª reducimos antes de una «paella» para negociarla en 2ª y salir más rápido. Y obedece !!! Cambia a 2ª y la aguja del cuentavueltas sube a 6.500 rpm sin miedo. Así da gusto cambiar con las levas porque siempre responden. El modo Cupra es adictivo y nos cuesta probar otros. Pero lo hacemos y el que más nos sorprende en este caso es el «Individual» que tiene posibilidades para todos los gustos. De hecho ofrece 14 posiciones de dureza de la suspensión (3 más que en modo Cupra), y en total 31 variables que afectan a la dirección, la tracción total, a la respuesta del motor o al sonido, entre otros.

Las sensaciones conduciendo el Formentor son especiales, como especial es el coche. Es como si el conductor formase parte del chasis y de esa manera los apoyos, las frenadas o las aceleraciones se sintiesen en la propia piel de quien pilota. Porque el Formentor se puede conducir pero también se debe pilotar. Acelera de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos que es un dato mejor que el del Mercedes-AMG GLA 35 4Matic o incluso mucho mejor que el de un Porsche Macan S de 354 CV, eso sí este un modelo algo más grande y pesado.

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Pero igual que puede hacer un tramo de curvas con una agilidad felina y con una eficacia difícil de superar, el Formentor admite una conducción relajada aunque no demasiado económica. Porque a una velocidad de entre 100 y 120 km/h mantenidos el todocamino español gasta entre 8 y 9 l/100 km reales, ha homologado en WLTP un consumo medio de 8,5 L/100 km y lo normal, disfrutando de sus posibilidades será ver en el ordenador cifras en el entorno de los 13-15 l/100 km. Pero esta información es sólo a título informativo porque ya sabemos que el que busca un coche así, lo del consumo como que le importa poco.

Después, versiones más 'razonables'

Pero habrá versiones de consumo más razonable e incluso versiones TDI de este espectacular todocamino coupé. En concreto un diésel 2.0 TDI de 150 CV tracción delantero o total, y en gasolina, un 1.5 TSI de 150 CV exclusivamente de tracción delantera, ambos con transmisión manual o automática DSG. Un escalón más arriba en potencia y acompañando al modelo probado encontramos otro VZ que no es otro que el híbrido enchufable Cupra Formentor VZ e-HYBRID 1.4 TSI de 245 CV y cambio DSG de tracción delantera. El primer Cupra de pura raza también estará disponible con una versión híbrida enchufable adicional, que ofrecerá 204 CV (150 kW) y 350 Nm de par.

De momento el Formentor probado se empieza a entregar en noviembre a los 500 compradores españoles que ya lo han pedido y entregado la señal. El coche cuesta 46.920 euros aunque con el descuento básico de la marca sin financiar esa cantidad se reduce en 2000 euros hasta los 44.920. Elevado pero competitivo si pensamos que por ejemplo un Mercedes-AMG 35 4Matic, rival del Formentor en el segmento Premium, cuesta 63.950 euros con menos equipamiento que el Cupra.