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Conducimos los BMW X3 y X4 M. A la máxima potencia

M, la división deportiva de BMW ataca, por primera vez los SUV medios de la gama del fabricante alemán. X3 y X4 colocan la letra M que identifica a los modelos más deportivos para convertirse en punta de lanza entre los SUV deportivos premium. Con ese objetivo no solo lanzan una version M sino que además se desmarcan de lo que puedan hacer sus competidores con una variante Competition aún más potente y brutal.

En estos nuevos SUV lo realmente importante está bajo el capó. Ahí los responsables de la marca alemana han colocado un nuevo motor de seis cilindros en línea con tecnología TwinPower Turbo. Con tres litros de cilindrada ofrece 480 caballos y 600 Nm de par máximo en la versión 'normal'. Y para el que busque más reserva en la versión Competition 30 caballos más hasta llegar a los 510 caballos.

Eso garantiza prestaciones superlativas, como los 4,2 segundos que tardan en acelerar de 0 a 100 km/h los X3 y X4 M y los 4,1 segundos que invierten las versiones Competition de ambos. Todo ello combinado con unos consumos que, evidentemente, no son bajos; pero sí parecen razonables cuando hablamos de unos modelos de su tamaño, peso, volumen y potencia. Porque los 10,5 l/100 km de gasto medio de los X3 M (una décima más para el X4) son una cifra perfectamente asumible para quien acomete una inversión como la que exige la compra de cualquiera de estos dos modelos. Son 109.900 euros para el X3 M; 111.900 para el X4 M y 10.000 euros más en el caso de las versiones Competition de ambos.

40.000 euros más caro que en Estados Unidos

Una cantidad más que respetable; pero con la que se te permite acceder al exclusivo mundo M, donde las prestaciones y el comportamiento más deportivo y radical tienen la última palabra. Claro que si te lo compras en Estados Unidos, donde se fabrican y donde venderán el 30 por ciento de la producción, te podrá ahorrar una pasta. El X3 M cuesta allí el equivalente a 62.000 euros y el X4 M, el equivalente a 65.000 euros. Se acompaña de la más avanzada tecnología y de todos los avances para ofrecer un comportamiento a la altura de su poderío. Cuenta, por ejemplo, con una caja de cambios M Steptronic de ocho marchas con control Drivelogic. A eso se une el nuevo sistema de tracción integral M xDrive, estrenado en el BMW M5, que reparte el par con preferencia hacia el eje trasero y que dispone de dos modos de conducción AWD. Este sistema de tracción se combina con el Diferencial Activo M del eje trasero para repartir de forma precisa la fuerza del motor entre las cuatro rueda.

Adema incorpora la última tecnología en cuanto a construcción y puesta a punto del chasis. Dispone de tres reglajes seleccionables, de amortiguadores con control electrónico de la suspensión específica M que ofrece el máximo confort en el uso cotidiano y un comportamiento dinámico sobresaliente. Y completa este apartado con una dirección específica M que incluye Servotronic y desmultiplicación variable así como unos potentes frenos con compuesto M. Para las llantas, optan por unas de aleación de 20 pulgadas.

Todos estos aspectos dinámicos se pueden regular pulsando un botón, con lo que se actúa sobre control de amortiguación, motor, transmisión y dirección. El sistema de control dinámico de estabilidad DSC permite un deslizamiento controlado en el modo Dynamic M, que puede desconectarse para los conductores más radicales.

Radical en marcha, utilizable a diario

En marcha, en nuestro recorrido de la presentación nacional por carreteras de montaña entre Madrid y la zona sur de Ávila, tanto el X3 M como el X4 M en su variante Competition han demostrado de lo que son capaces. Un derroche de potencia en cada momento. Un comportamiento radical cuando eso es lo que se busca; un perfecto equilibrio entres deportividad y confort. La dirección es precisa y con el grado de dureza justo; las suspensiones enfocadas al rendimiento pecan de duras; pero no son incómodas. Y el cambio sube o baja de marchas como una exhalación. Los frenos muerden y detienen el coche en el mínimo tiempo posible.

Y además, la versión Competition permite disfrutar de un setup específico, con botones M1 y M2 al lado de las levas del cambio con los que se modifican rendimientos en el motor, la dirección, amortiguadores, respuesta del cambio o el sonido del motor. Todo para conseguir que unos M a la altura de la tradición de los superdeportivos alemanes.