Hubo un tiempo en el que hablar de compactos en España era sinónimo de hablar del Seat León. No era solo un coche popular, era un icono. Desde su lanzamiento en los noventa, el modelo de Martorell se convirtió en el referente para miles de conductores que buscaban diseño atractivo, buen rendimiento en carretera y precios razonables. Era tan habitual que parecía formar parte del paisaje urbano.
Pero en los últimos años, la historia ha cambiado. Las modas han virado de los compactos hacia los SUV y la competencia se ha intensificado. ¿El resultado? Sus ventas han caído y, con ellas, su precio. Hoy, uno puede comprarse un Seat León por lo que cuesta un Dacia Sandero. Y eso es una noticia que a los cazadores de gangas seguro que les alegra el día.
1De superventas a modelo olvidado
Durante años, el SEAT León fue líder indiscutible en su segmento. Su equilibrio entre diseño, equipamiento y comportamiento dinámico lo convirtió en la primera opción para familias jóvenes, conductores urbanos y amantes de la conducción. Incluso logró exportar su éxito a otros mercados europeos, algo de lo que pocos compactos pueden presumir.
Pero el mercado cambió. La irrupción masiva de los SUV empezó a restar protagonismo a los compactos tradicionales. La pandemia y la crisis de los microchips tampoco ayudaron, y el Seat León perdió ritmo frente a otros rivales que supieron adaptarse mejor a las nuevas tendencias. De ser el rey de las matriculaciones, pasó a ser un invitado discreto en la fiesta de las ventas.
