La Dirección General de Tráfico (DGT) lleva ya muchos años utilizando vehículos camuflados para controlar la seguridad vial. Comenzó hace unos años con coches patrulla más discretos que los convencionales, y con el paso del tiempo es fácil encontrar vehículos de todo tipo (y con una apariencia bastante común) que se mezclan con el tráfico para detectar infracciones.
Ahora, en pleno verano y con millones de desplazamientos por delante, la DGT ha intensificado sus esfuerzos con una nueva generación de vehículos camuflados que no son lo que parecen. La intención, por supuesto, es reforzar la vigilancia ante los excesos de velocidad, el uso del móvil al volante, no llevar el cinturón de seguridad o realizar maniobras peligrosas. Y lo hacen con nuevos medios que ya están en circulación en las carreteras españolas.
Furgonetas que parecen de reparto, pero te van a multar

No son una novedad absoluta, porque ya sabíamos que las furgonetas camufladas son uno de los grandes reclamos de la DGT. Tienen colores neutros (normalmente blanco), no tienen rótulos y además utilizan los modelos más comunes en ciudades, así que pasan fácilmente desapercibidas. Pero no van a repartir ningún paquete, sino que van a vigilar lo que haces en la carretera.
La DGT empezó a probar este sistema hace unos cinco años, pero ha sido en los dos últimos cuando se ha terminado de consolidar en sus campañas de vigilancia. Ahora mismo, hay al menos 75 unidades circulando por las carreteras españolas, después de varias adquisiciones gracias a los fondos europeos Next Generation.
Por ejemplo, son habituales modelos como la Renault Master, Fiat Scudo o Ford Transit Custom, aunque en los últimos meses se han sumado las Citroën Berlingo eléctricas fabricadas en Vigo. ¿Y por qué furgonetas y no turismos?
Al viajar más alto que un turismo, los agentes pueden comprobar fácilmente si los conductores utilizan el móvil, si llevan el cinturón de seguridad y tienen una mejor visión de las infracciones. Hay unidades que simplemente recogen imágenes para después sancionar, mientras otras actúan directamente e interceptan al conductor. No es ningún secreto, porque la propia DGT ha confirmado que llevan todo el verano circulando y lo seguirán haciendo durante las operaciones especiales de este mes de agosto.
La nueva oleada de vehículos camuflados de la DGT

Además de las furgonetas, Tráfico utiliza muchos otros vehículos camuflados con el único fin de ampliar la capacidad de detección sin llamar mucho la atención. No hay datos oficiales sobre modelos o unidades concretas, pero sí que sabemos que utilizan camiones, SUV discretos y hasta motos eléctricas con cámaras de grabación.
En estos nuevos vehículos, los agentes se centran más en observar (y multar) el comportamiento peligroso de los conductores más que en los excesos de velocidad. A diferencia de los radares de toda la vida, estas unidades se centran más en otro tipo de infracciones que son imposibles de detectar con un cinemómetro fijo. Por ejemplo, llevar el móvil en la mano, fumar al volante cuando hay menores en el coche, no respetar un ceda el paso o realizar giros indebidos.
Por supuesto, todos estos vehículos llevan cámaras integradas para grabar esas conductas, a lo que se suma la posibilidad de coordinarse con patrullas de la Guardia Civil en zonas cercanas.
Ahora bien, si te preguntas si hay algún truco para identificar a estos vehículos camuflados de la DGT, sí lo hay, aunque tendrás que prestar mucha atención. En su interior circulan agentes de tráfico, normalmente a una velocidad por debajo de la máxima permitida, con prudencia y sin cometer ninguna infracción. Los vehículos del Parque Móvil de la Guardia Civil están identificados en las matrículas con las siglas ‘PGC’, pero no tendrás esta ‘ayuda’ en las placas de los coches camuflados.