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Los coches más icónicos que ha tenido la Guardia Civil

La presencia de vehículos de la Guardia Civil es una marca reconocida en el territorio español. Desde la introducción de los automóviles en España a principios del siglo XX, los coches de la Guardia Civil han estado representando al Estado en las variantes estéticas de la corporación. Desde el auténtico Ford T de 1912, hasta el actual Seat León, pasando por el Mercedes 220 de 1952. Estos vehículos han sido esenciales para el cumplimiento de la misión institucional de la policía.

A lo largo de los años, la selección de vehículos de la Guardia Civil ha demostrado una particular preferencia por el diseño de los automóviles. Esto permite a los ciudadanos identificar y sentirse tranquilos y seguros al ver patrullar los vehículos policiales por las calles y carreteras de toda España. Esta preferencia marca una división entre los vehículos comerciales y los de uso policial, que a pesar de usar los mismos nombres, tienen diferentes configuraciones. De hecho, la selección de vehículos no se ha estancado a lo largo de los años y, aunque la meta sigue siendo la misma, los vehículos de la Guardia Civil se renuevan según sea necesario para seguir cumpliendo con los requisitos de la policía y los gustos de los ciudadanos.

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Las Land Rover Freelander de 1998, el más recordado de la Guardia Civil

Las Land Rover Freelander de 1998 fueron estrenadas por la Guardia Civil como modelo de vehículo para modular el beneplácito de la corporación. El Freelander fue escogido por sus características técnicas y su diseño más discreto, proporcionando entonces una imagen más moderna a la policía.

Esta camioneta se caracterizó por tener un peso moderado, alrededor de 1500 kilos, un motor de 2 litros de cilindrada y tracción a las 4 ruedas. Su diseño también fue remodelado para lograr una imagen más dinámica.

Las Freelander fueron diseñadas para suprimir el problema de la falta de espacio en los vehículos de la Guardia Civil, además de que eran una respuesta eficaz a la seguridad en carretera. Estas Land Rover también se destacaron por ser resistentes al medioambiente, ya que su combustible era el diésel, lo que permitió a los oficiales recorrer largas distancias con el mismo depósito de gasolina.