¿Sabías que intentar recargar tu coche eléctrico más barato puede dejarte la cuenta bancaria vacía? Por increíble que pueda parecer, es una estafa cada vez más real en nuestras carreteras. Los ciberdelincuentes han puesto el foco en los puntos de carga para vehículos eléctricos, y su nuevo método es tan sencillo como eficaz: un código QR.
La movilidad eléctrica sigue avanzando, pero los timadores también. Ahora, se aprovechan de la confianza y rapidez con que usamos la tecnología. Detrás de un pequeño cartel aparentemente inofensivo, se esconde un fraude que ya ha engañado a numerosos conductores. ¿En qué consiste? En este artículo, te lo explicamos.
3El código QR: aliado de la comodidad… y del fraude

Vivimos en la era del escaneo. Los QR están en menús de restaurantes, entradas de conciertos, carteles informativos y, por supuesto, entre otros miles de lugares, también en los puntos de recarga eléctrica. Ese pequeño cuadrado blanco y negro se ha convertido en un nuevo campo de batalla para la ciberdelincuencia.
Los estafadores diseñan páginas web falsas, con aspecto profesional, para que el usuario crea estar contratando una tarifa especial o realizando un pago legítimo. Sin embargo, en realidad está abriendo la puerta a malware, entregando sus datos personales y bancarios a desconocidos, o pagando por un servicio inexistente. Y todo, simplemente por escanear una pegatina.