Sin duda, poseer un vehículo conlleva enfrentarse a numerosos dilemas mecánicos. Por ello, el más traumático es responder a la pregunta: ¿Cuándo tengo que cambiar de coche? Si el tuyo ya tiene unos cuantos años y acaba de sufrir una avería importante, la cuestión es inevitable para el usuario: ¿Lo arreglo, o cambio de ejemplar?
A continuación, en el artículo te daremos algunas señales de que no merece la pena reparar tu coche.
5Casquillo de biela

En primer lugar, habrá que reconocer que no es la pieza más conocida del vehículo. En segundo escalón, si se descompone te vas a llevar un disgusto grande, ya que para llegar a ella hay que desarmar el motor. De este modo, la biela une el pistón y el cigüeñal, y cuando el casquillo de la biela se deteriora, hay que actuar rápidamente porque si se rompe también el cigüeñal, arreglar esta avería rondaría los 3.000 euros. En cuanto oigas un traqueteo bajo tu capó, corre al taller.