Llega el verano, y con él, las temperaturas extremas que pueden hacer de tu coche una auténtica sauna sobre ruedas. Si vives en una ciudad calurosa como Sevilla, y más concretamente si alguna vez has dejado tu vehículo al sol en plena calle Betis a las tres de la tarde, sabrás que los efectos del calor no son ninguna broma. Más allá del incómodo volante ardiendo o el asiento que quema, las altas temperaturas pueden provocar averías serias en distintos componentes del coche.
Pero no te preocupes, aquí tienes siete consejos clave para que tu vehículo no acabe frito como un huevo en el capó.
5Protege tu coche del salitre si estás en la costa

Si este verano te escapas al mar, ten en cuenta que el ambiente costero puede ser tan agresivo como el calor del interior peninsular. La mezcla de humedad y salitre afecta al sistema eléctrico del vehículo, y también acelera la corrosión de partes metálicas como el escape, el motor de arranque o el alternador.
Lo ideal es lavar el coche con agua dulce con cierta frecuencia si estás veraneando en la playa. Además, intenta no aparcar justo al borde del paseo marítimo, donde el viento salino es más intenso. Y si puedes, utiliza cera protectora en la carrocería para añadir una capa adicional frente a la corrosión.