Durante años, quien soñaba con tener un coche clásico en perfectas condiciones debía enfrentarse al reto de buscar piezas imposibles en desguaces, recorrer ferias de repuestos y confiar en la suerte para encontrar carrocerías sin oxidar. Restaurar un vehículo histórico era un proyecto de amor y paciencia, cuyo coste muchas veces superaba con creces el valor de mercado del coche.
Pero los tiempos han cambiado y, con ellos, la manera de entender la pasión por los coches de época. Hoy ya no hace falta buscar por talleres de medio mundo ni pasar años detrás de una pieza original. Ahora, una empresa china promete hacer realidad el sueño de volver a conducir un clásico con solo un clic en su página web.
5La experiencia de comprar un histórico en línea

Comprar un coche clásico nunca había sido tan sencillo. El proceso en Carbody es directo: eliges el modelo, realizas el pago y esperas el envío. Lo más complejo puede ser lidiar con las aduanas o descifrar las instrucciones, que muchas veces llegan en mandarín. Pero, al final, la idea de recibir en tu garaje la carrocería de un Porsche 911 lista para montar resulta irresistible para muchos.
Todo ello, solo a costa de un pequeño detalle: Carbody no puede enviar el ‘alma’ del coche. Esa la tendrá que poner cada propietario; el motor que decida montar, los detalles interiores, la historia que empezará a escribir con cada kilómetro. Lo que llega a sus manos es un lienzo en blanco, donde cada uno podrá dar forma a su propia versión del clásico.