Con el verano pisando fuerte y las olas de calor convirtiéndose en el nuevo pan de cada día, tu coche está a punto de enfrentarse a su mayor enemigo: las altísimas temperaturas. A más de 40 °C a la sombra, no solo el asfalto se derrite; los componentes de tu vehículo también empiezan a sufrir… y mucho. Aunque los coches están diseñados para resistir climas extremos, el calor constante puede provocar fallos graves si no se toman precauciones.
En este artículo repasamos las 11 piezas de tu coche que más sufren cuando el termómetro se dispara y te damos pistas para que las vigiles antes de quedarte tirado en la peor semana del verano.
1La batería: un clásico que siempre falla con calor extremo

Las baterías no solo se agotan en invierno. En verano, las altas temperaturas hacen que el ácido del interior se evapore más rápido, afectando su rendimiento. Si tu batería ya tiene unos años, lo más probable es que no aguante otra ola de calor.
Este es uno de los elementos que más se sustituye en los meses de verano. Si notas que el coche arranca con esfuerzo o que los sistemas eléctricos fallan de forma intermitente, no esperes: haz que revisen o cambien la batería cuanto antes.