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Citroën C4 Cactus Rip Curl. Espíritu playero

Fundada en 1969 por Doug Warbick y Brian Singer en la ciudad de Torquay (Victoria), Rip Curl es uno de los principales fabricantes de ropa de Australia. Dedicado inicialmente a productos para surfistas, su catálogo se amplió pronto con trajes de neopreno para practicar buceo y surf, y con ropa de baño en general. Y fruto de la colaboración entre Citroën y la firma australiana, Rip Curl da nombre ahora a esta nueva serie especial del C4 Cactus que potencia la vertiente playera del coche fabricado en Madrid.

No sólo eso, pues se trata, además, de las primeras versiones de la gama dotadas de Grip Control, un sistema ya ofrecido por Citroën en el Berlingo XTR que optimiza la motricidad de la tracción delantera bajo condiciones de mala adherencia y permite hablar del C4 Cactus Rip Curl como un verdadero 'crossover'. Espíritu 'outdoor', que dirían en Australia.

Con Grip Control cinco modos de conducción

Nuestro primer contacto con él ha tenido lugar en la costa gaditana, y allí hemos tenido ocasión de probar sus nuevas posibilidades 'off road' por caminos y arenales. No es un todoterreno, y llamarle SUV nos sigue pareciendo excesivo -la distancia al suelo no varía respecto al resto de C4 Cactus-, pero garantiza la movilidad en zonas donde sus 'hermanos' lo pasarían mal… o no pasarían. Hablamos de nieve, arena o barro, y el conductor sólo tiene que girar la rueda de la consola para elegir entre los cinco programas -los gráficos se entienden, pero con 'palabras' habría menos dudas- y optimizar la tracción. El normal, que la firma francesa llama Standard, será el más usado, y mantiene activo tanto el control de tracción ASR como el ESP.

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Si giramos en el sentido de las agujas del reloj, el segundo modo es Nieve -aunque en julio 'hiela' poco en Cádiz, sabemos de su eficacia por nuestra experiencia con el Peugeot 2008-, que hasta 50 km/h adapta el patinado de cada rueda delantera a la adherencia existente. Seguimos girando y pasamos a Todocamino -barro, hierba mojada, pistas de tierra…-, operativo hasta 80 km/h y que actúa como un diferencial de deslizamiento limitado, pues envía el mayor par posible a la rueda que mejor agarra.

El modo Arena, activo hasta 120 km/h, es el cuarto, y aquí se limita el riesgo de quedarse enganchado -hicimos todo lo posible por 'embarrancar' para quedarnos unos días en la playa, pero sin éxito- permitiendo un patinado simultáneo de las ruedas delanteras para avanzar muy poco a poco -es una cuestión de fe, y a veces emplearemos varios segundos en recorrer un metro- hasta ganar velocidad. Por último, la rueda llega a ESP OFF, programa que desactiva el control de estabilidad, aunque sólo hasta 50 km/h.

Los neumáticos M+S, claves

Y en esa optimización de la motricidad son protagonistas los neumáticos M+S 'Barro y Nieve' que monta de serie, en medida 205/50 R17. De hecho, les concedemos al menos un 50 por ciento de la eficacia lograda en zonas difíciles.

Los C4 Cactus Rip Curl, identificables por sus protectores inferiores en los paragolpes y algunos detalles exteriores e interiores exclusivos, permiten elegir entre cinco colores exteriores -son nueve en el resto de la gama-, dos tipos de AirBump -el negro de serie y el Duna opcional, éste por 100 euros extra-, dos tapicerías -la mixta, que combina tela y cuero, supone 450 euros- y dos motores: el muy recomendable 1.2 PureTech de gasolina, con 110 CV, y el BlueHDi diésel de 99 CV, algo más ruidoso pero que garantiza consumos asombrosos. Ambos aportan prestaciones más que notables y van unidos a un cambio manual de cinco marchas, aunque veríamos con buenos ojos que se ofreciera una transmisión automática.

Equipamiento. Que no falte de nada

El C4 Cactus Rip Curl no es una serie limitada, sino una serie especial disponible, al menos, hasta fin de año. Y su dotación también es 'especial', pues de serie incluye todo lo que un C4 Cactus alto de gama lleva de serie u ofrece en opción. Hablamos del climatizador automático o de la ayuda al estacionamiento trasero, que nos guía mediante los sensores de proximidad posteriores y la cámara trasera, cuya definición en la oscuridad es mejorable. También es de serie la pantalla táctil de 7 pulgadas con navegador, y el equipo de sonido presenta seis altavoces.

Además, techo panorámico acristalado -tiene filtro térmico, pero no vendría mal una cortina interior-, ayuda al arranque en pendiente Hill Assist, regulador/limitador de velocidad, detector de neumáticos poco inflados, retrovisores exteriores eléctricos y térmicos, banqueta trasera abatible 60:40, faros antiniebla con luz 'cornering', Citroën 'connect box', sensores de parking delanteros, apoyabrazos central delantero, bluetooth, encendido automático de luces, sensor de lluvia…