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Citroën C4 Cactus e-HDI 110. Un coche diferente a todo lo conocido

Mi primer contacto con el Citroën C4 Cactus con una motorización eHDI 100 CV fue para ponerlo a prueba en las pistas del INTA, junto al equipo de Motor16. La primera impresión al verlo fue que se trata de un vehículo diferente de todo lo demás que hubiera visto, tanto por fuera como por dentro. Por fuera, lo primero que me llamó la atención fue su frontal por sus líneas tan marcadas y sus pilotos de luz diurna. No fue lo único, pues también me gustaron en este Citroën C4 Cactus sus llantas de 17 pulgadas.

Por supuesto, los paneles de las puertas, lo que han llamado Air Bump, son muy llamativaos. Se trata de pequeñas bolsas de aire, para proteger de los impactos de aparcamiento, como los golpes por aperturas de puerta que producen un efecto sobre la carrocería que queda estéticamente muy mal. Con este sencillo elemento se evita eso y al mismo tiempo le dan un toque diferente.

Pantalla táctil: centro de control

Otro punto a destacar es su gran variedad de combinaciones de colores, tanto en el exterior como en el habitáculo. Por dentro me llamó la atención positivamente su amplio habitáculo y sus asientos, que son muy confortables. Su panel de instrumentos fue otro de los aspectos que me causó una gran sorpresa. Todo se maneja desde una gran pantalla táctil: el navegador, el climatizador, la radio… Ésta incluso tiene una opción que te permite conectarte a internet.

Además, tiene otra pantalla digital que es un cuentakilómetros de diseño muy simple y por lo tanto muy fácil de leer. Y el habitáculo se cierra, por arriba con otro elemento que es una de las grandes curiosidades del C4 Cactus, su techo de cristal panorámico. Este cristal lleva un tratamiento especial para dejar pasar la luz, pero no el calor. Es fijo y gracias a ese tratamiento no necesita cortinilla como en otros coches para proteger a los ocupantes de los rayos del sol.

Una vez contada la impresión que me causó el Citroën C4 Cactus en cuanto a temas de diseño, quiero también analizar otros aspectos más técnicos. El Cactus tiene la base del Citroën C3 al que le han distanciado la longitud entre ejes; de ahí la imagen de todocamino que ofrece y que se nota, por ejemplo en sus pasos de rueda muy remarcados.

Muy cómodo y suave de conducir

Al volante, cuando se valora su manjabilidad lo primero que hay que destacar es que es vehículo muy cómodo de llevar por su dirección suave, por la relación de marchas y por una suspensión que absorbe muy bien las irregularidades del terreno. Pero también destacó durante la prueba por su frenada y por su bajo consumo. Y tampoco se puede olvidar la gran cantidad de elementos y sistemas de seguridad que ofrece y que en muchos casos parecen más propios de modelos de una gama superior. 

Pero en la prueba no todo son elementos positivos. También hay cosas que se podrían mejorar; y que seguro que se hará. Por ejemplo la apertura de las ventanillas traseras es escasa; otro punto mejorable es la banqueta trasera, que es de una sola pieza y por eso sólo se puede abatir completa. También he echado de menos que el cuentakilómetros no lleve cuentarrevoluciones o que el  volante solo se pueda regular en altura y no en profundidad. 

Pero son sólo pequeños detalles que no empañan el resultado general de un coche diferente y atractivo. Si tuviera que resumir diría que el C4 Cactus conjuga a la perfección calidad, sencillez, funcionalidad y precio. Y todo ello en un envoltorio diferente y muy divertido.