En el mundo de las subastas es habitual encontrar piezas de lo más peculiares y, aun así, nos siguen sorprendiendo. Sin ir más lejos, hace apenas unas semanas que llegaba la noticia de que una empresa francesa especializada en este ámbito, conocida como Rouillac, iba a exponer una pieza de lo más inusual: un Citroën 2CV con carrocería de madera.
Se trata de una creación de un artesano de la madera francés, Michel Robillard, que invirtió 5.000 horas en crear esta unidad. Toda la madera que empleó para la carrocería era procedente de árboles frutales: nogal para los guardabarros delanteros y traseros; peral y manzano para techo; y cerezo para las puertas y el portón del maletero. En el interior, el salpicadero y el volante también están creados en madera, para no desentonar.
Robillard, que actualmente cuenta con 74 años de edad, comenzó con el proyecto en 2011. Los primeros seis meses los empleó en hacer unos bocetos reproduciendo el diseño de un modelo de 1955, si bien para la fabricación empleó el chasis de un Dyane de 1969 (n°38KA6324) con un motor de gasolina bicilíndrico de 602 centímetros cúbicos con apenas 6.000 kilómetros y en perfecto estado de funcionamiento.
El 2CV es uno de los modelos más populares de la historia de Francia en particular, donde ha llegado a convertirse en un emblema, y de Europa en general. Adorado por su simplicidad y robustez, Citroën dejó de producirlo en 1990 después de 41 años de servicio y más de 5 millones de unidades fabricadas.
Un nuevo récord para un 2CV
En 2017, el coche por fin estaba listo, aunque no se podía usar por carreteras abiertas al tráfico pues no tenía permiso de circulación en regla. Desde entonces, ha recorrido museos y ferias de automóviles y se presentó durante mucho tiempo en La Belle Lochoise, un museo dedicado a veinte de sus creaciones en Sennevières (Indre-et-Loire), en el centro de Francia. Robillard no tenía la intención de venderlo, pero el fallecimiento de su esposa le llevó a cambiar de opinión.
Finalmente, el coche fue subastado el pasado 4 de junio a través de la empresa Rouillac. El objetivo era superar el precio de venta histórico de un 2CV, establecido en 176.000 euros. Finalmente, esta unidad exclusiva ha sido adquirida por el propietario del Musée des Arts Forains, Jean-Paul Favand, lugar donde va a ser expuesto. El precio se fijó en 170.000 euros antes de impuestos, lo que se traduce en unos 210.000 euros e implica un nuevo récord de precio de venta de un 2CV. Es decir, lo mismo que cuesta en España un Porsche 911 GT3.
Para Robillard ha sido un gran alivio que el coche se quedase en Francia, ya que temía que llegase una oferta de un lugar mucho más lejano y no pudiese volver a verlo, según declaró al medio local France Bleu. El artesano ya tiene otro proyecto en mente: quiere construir otro de los modelos icónicos de Citroën, un DS21 Cabriolet, con el objetivo de que esté listo para el 70 aniversario de este modelo, que se producirá en 2025.
