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Cinco cosas que haces mal al cambiar de marcha

Dentro de los automatismos de todo conductor, el de cambiar de marchas es uno de los más comunes, pero también relevantes para la conducción, al contrario de lo que pueda parecer. Es tan automático ya para nosotros que no somos conscientes de lo que podemos ganar o perder con un mal cambio de marcha.

Acelerar demasiado cuando soltamos el pedal del embrague, cambiar sin pisar a fondo el pedal provocando que las marchas rasquen… Son fallos más que evidentes y todos sabemos que están mal. Los podemos sentir, escuchar, notar… pero al margen de todo lo perceptible, existen malas costumbres que son muy perjudiciales para la caja de cambios y el embrague y que a veces desarrollamos por pura ignorancia.

Mejor no cambiar de marcha así: Llevar la mano en la palanca de cambio

Las manos, al volante. Regla que todos deberíamos llevar bien aprendida. Solo debemos soltar este cuando vayamos a realizar el cambio de marchas. ¿Por Qué? Dejar la mano sobre la palanca hace que se desgaste tanto el mecanismo que transmite el movimiento de la palanca a la caja de cambios como el propio cambio, tenga las velocidades que tenga… y la reparación no es barata precisamente.

Es fácil que por culpa de un mal hábito como este tengas que reparar la transmisión entera. La factura de más de 1.000 euros por descansar sobre la palanca te quitará las ganas de hacerlo, seguro. Y, por supuesto, también es un error desde el punto de vista de la seguridad en la conducción.

Caja de cambios