En Estados Unidos tienes la ventaja de que te puedes acercar a cualquier concesionario de Chevrolet, Dodge, Ford… Y adquirir un propulsor tal cual, impoluto en su caja, para que lo puedas instalar bajo el capó de su clásico «Muscle Car» por poner un ejemplo. Es más, si todo está OK no hay problema ninguno en cuanto a homologación, tema que en nuestro país no está tan a la orden del día. ¿Cultura de automóvil? Bueno eso es harina de otro costal…
Al margen de todo esto, Chevrolet Performance ha presentado su nuevo motor de la familia ZZ6, el cual se mostrará a todo el mundo en el próximo SEMA de Las Vegas, que se celebrará el mes que viene.
Perteneciente a la familia «Small Block»
Semejante motor pertenece a la legendaria saga «Small Block» que nació allá por 1955 y que ha ido evolucionando hasta nuestros días. Hablamos de un propulsor atmosférico de 305 pulgadas cúbicas, es decir 5,7 litros de cilindrada, con 8 cilindros en V, y que en esta nueva generación es capaz de proporcionar una potencia de 405 CV y un par máximo de 548 Nm.
Para conseguir semejantes datos, Chevrolet Performance se ha inspirado en los nuevos motores de la familia LS (los que llevan los Corvette por ejemplo), y ahora cuentan con nuevas culatas fabricadas en aluminio, nuevos muelles para las válvulas, que también son de nuevo desarrollo y permiten enviar de forma óptima el aire hacia el interior de los cilindros, donde ahora aparecen unos pistones fabricados en aluminio y un cigüeñal de acero forjado.
Según afirma Chevrolet Performance este propulsor ZZ6 genera la potencia suficiente a bajas revoluciones, además de que mejora su capacidad de rendimiento cuando funciona a altas revoluciones.
Dos kit para su instalación
Se comercializará en dos versiones. El kit básico cuenta con el propio propulsor, una admisión de aluminio, distrubuidor, bomba de agua y soportes, mientras que el kit más completo añade a todo lo anterior el carburador (si has leído bien, nada de inyección), un filtro de aire, el motor de arranque, alternador y accesorios adicionales como el compresor del aire acondicionado o la conexión con la transmisión entre otros elementos, por lo que sólo tendrías que rellenar el circuito de refrigeración y el aceite, y ponerlo en marcha.
Ahora sólo hay que imaginarse a este «clásico motor con un toque de modernidad» (así es como Chevrolet Performance lo ha denominado) rugiendo bajo el capó de un elegante Chevrolet Bel Air de 1957, por poner un ejemplo.