¿Te imaginas ir conduciendo tranquilamente por la autopista y que, de repente, un caza F‑18 sobrevuele la carretera a pocos metros de tu vehículo para aterrizar justo delante? No, no es una película de acción, sino una realidad en varios países europeos donde autopistas y autovías han sido adaptadas para convertirse en improvisadas pistas de aterrizaje y despegue para cazas de combate.
Se trata de un concepto estratégico conocido como ACE (Agile Combat Employment), cuyo objetivo es garantizar que, en caso de conflicto o saturación de bases aéreas tradicionales, los cazas puedan continuar operando desde carreteras adaptadas para garantizar la defensa aérea. Suiza, Finlandia, Suecia, Alemania e incluso Polonia han demostrado que esta estrategia es eficaz y, cada vez, más presente en los ejercicios militares de la OTAN.
4Otros casos en Europa: de Alemania a los países bálticos

Alemania no es ajena a esta estrategia. Durante la Guerra Fría, adaptó varios tramos de autopista para aterrizajes de cazas y transporte militar, especialmente en la A44 y otras vías clave. Ahora, con la reactivación de ejercicios estratégicos en el marco de la OTAN, esta práctica vuelve a tomar relevancia en territorio germano.
También en los países bálticos —Estonia, Letonia y Lituania—, donde la proximidad a Rusia aumenta la necesidad de dispersar los activos aéreos para garantizar que la defensa no pueda neutralizarse con un solo golpe. Polonia, por su parte, ha entrenado aterrizajes de F‑16 en carreteras adaptadas para soportar maniobras de despegue y aterrizaje en entornos no tradicionales.