¿Te imaginas ir conduciendo tranquilamente por la autopista y que, de repente, un caza F‑18 sobrevuele la carretera a pocos metros de tu vehículo para aterrizar justo delante? No, no es una película de acción, sino una realidad en varios países europeos donde autopistas y autovías han sido adaptadas para convertirse en improvisadas pistas de aterrizaje y despegue para cazas de combate.
Se trata de un concepto estratégico conocido como ACE (Agile Combat Employment), cuyo objetivo es garantizar que, en caso de conflicto o saturación de bases aéreas tradicionales, los cazas puedan continuar operando desde carreteras adaptadas para garantizar la defensa aérea. Suiza, Finlandia, Suecia, Alemania e incluso Polonia han demostrado que esta estrategia es eficaz y, cada vez, más presente en los ejercicios militares de la OTAN.
3Por qué las autopistas son la clave para esta estrategia

Convertir una autopista en pista de aterrizaje no es tan simple como parece. Se eligen tramos largos y rectos, con asfalto de calidad, ausencia de puentes elevados y una anchura adecuada para garantizar maniobras seguras. Asimismo, la preparación de estos espacios conlleva retirar señales, instalar dispositivos de reabastecimiento e improvisar áreas de aparcamiento para cazas.
La planificación de estos ejercicios también incluye garantizar que la población civil no enfrente riesgos, con cierres temporales de la carretera y estrictas medidas de seguridad. Si bien estos ejercicios son escasos y se hacen de manera puntual, representan una preparación clave para responder en contextos de crisis donde la velocidad y la dispersión marcan la diferencia.