Conducir en España implica cumplir con una serie de normas y requisitos que, aunque a veces parezcan meramente burocráticos, son esenciales para garantizar la seguridad en la carretera y la responsabilidad legal de cada conductor. Uno de esos requisitos fundamentales es tener el carnet de conducir en vigor. A simple vista, dejar que el permiso caduque puede parecer un descuido sin demasiada importancia, algo que se soluciona con un rápido trámite en la Jefatura de Tráfico o en un centro médico autorizado. Sin embargo, la realidad es bien distinta: ponerse al volante con el carnet caducado puede acarrear consecuencias más serias de lo que imaginas.
El problema va más allá de la sanción económica. Se trata de un aspecto que puede condicionar la cobertura del seguro, derivar en la inmovilización del vehículo e incluso complicarte seriamente la vida si sufres un accidente. Lo cierto es que cada año miles de conductores son sancionados en controles rutinarios o en inspecciones tras pequeños incidentes de tráfico, simplemente por no haber renovado su carnet a tiempo. La Dirección General de Tráfico (DGT) recuerda que no es excusa olvidar la fecha de caducidad: la responsabilidad de mantener la documentación al día recae siempre en el propio conductor.
2Repercusiones con el seguro: el gran riesgo oculto

Donde las cosas se complican de verdad es en el terreno del seguro. Imagina que circulas con tu carnet caducado y tienes un accidente. En ese momento, tu aseguradora puede considerar que estabas conduciendo sin estar legalmente autorizado, lo que le da la posibilidad de rechazar total o parcialmente la cobertura.
En el mejor de los casos, el seguro se haría cargo de los daños a terceros, porque la ley lo obliga, pero después ejercería el derecho de repetición contra ti, es decir, reclamaría el dinero que haya tenido que pagar a las víctimas del accidente. Estamos hablando de cantidades que pueden ascender a decenas o incluso cientos de miles de euros si hay heridos graves o daños materiales elevados. Y todo por no haber renovado a tiempo un documento que cuesta poco más de 20 euros en tasas oficiales.