Las cámaras de vídeo para coches, también llamadas dashcams, son dispositivos que graban lo que ocurre en la carretera desde el interior del vehículo, con fines de seguridad, prevención de accidentes o prueba ante un posible conflicto.
Sin embargo, el uso de estas cámaras también plantea problemas de protección de datos y privacidad de las personas que puedan ser captadas en las imágenes, así como de distracción al volante o de interferencia con la seguridad del vehículo. Por eso, la normativa que regula el uso de las cámaras en el coche es ambigua y variable según el país, y en España no existe una legislación específica al respecto.
4¿Se pueden compartir imágenes?
En cuanto a compartir vídeos grabados en el coche, es importante seguir las normativas pertinentes. Según la Dirección General de Tráfico (DGT), no hay restricciones legales para llevar una cámara en el coche, pero es esencial utilizar las imágenes de manera responsable para evitar problemas legales.
La Ley de Protección de Datos prohíbe la publicación de fotos y vídeos de personas sin su consentimiento previo, por lo que las imágenes obtenidas solo deben utilizarse para uso personal. Si se desean compartir públicamente, se debe precautelar la identificación de personas o vehículos involucrados mediante el pixelado o desenfoque de rostros y matrículas.
En caso de un accidente de tráfico, los vídeos capturados por la cámara del coche pueden utilizarse como herramienta para determinar la responsabilidad del accidente o establecer los hechos del mismo, de acuerdo con la regla del interés legítimo del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).
