¿Son los servicios oficiales de Bugatti abusivos con sus precios? La anécdota de Carl Hartley, hijo de un reconocido vendedor de coches de lujo en Reino Unido, ha puesto sobre la mesa esta cuestión. El británico asegura que la marca francesa le quiso cobrar más de 10.000 euros por arreglar un simple botón de su Veyron, mientras que un taller independiente le solucionó el problema por apenas 1 euro.
El protagonista de esta historia fue propietario de este deportivo durante cuatro años y estaba acostumbrado a los elevados costes de mantenimiento. Sin embargo, cuando el mando de sus retrovisores dejó de funcionar, la respuesta de la firma de coches de alta gama lo dejó atónito: 9.500 libras esterlinas (unos 11.000 euros) por la reparación. La justificación: había que cambiar el motor del espejo y prácticamente la puerta entera.
Un taller independiente y una solución económica para el arreglo del Bugatti Veyron
Indignado por lo que consideraba un precio abusivo, Hartley llevó su Veyron a un taller especializado en recambios de Fórmula 1. Allí, la reparación se resolvió de forma sencilla y económica: cambiar el botón defectuoso por uno nuevo, idéntico al de una Volkswagen Transporter, por un coste de apenas 89 peniques (1,16 euros). La mano de obra tampoco fue costosa: 25 minutos. En total, la reparación no llegó a los 2 euros, una cifra irrisoria en comparación con los 11.000 euros que le pedía Bugatti.
Este caso no es aislado. Otro propietario de un modelo de esta misma marca, en este caso un Chiron, ha revelado que los mantenimientos anuales de su hiperdeportivo le cuestan una media de 11.000 euros. Además, los precios de algunos recambios son desorbitados: una llave nueva cuesta alrededor de 13.000 euros, las luces traseras superan los 49.000 euros y cada rueda ronda los 9.000 euros. Cambiar un motor, incluso, puede costar más que cuatro Lamborghini Urus.
¿Exceso de exclusividad o estrategia comercial de Bugatti?
Las razones detrás de estos precios tan elevados son objeto de debate. Algunos argumentan que se trata de una estrategia comercial para mantener la exclusividad de Bugatti y disuadir a compradores que no estén dispuestos a pagar tales sumas. Otros, en cambio, creen que se aprovechan del desconocimiento de algunos clientes y de la dificultad de encontrar recambios alternativos para estos vehículos.
Los propietarios de la marca oriunda de Francia que se enfrentan a estas situaciones tienen pocas alternativas. Si bien algunos talleres independientes ofrecen servicios a precios más razonables, la garantía y la calidad del servicio oficial pueden ser factores a tener en cuenta. Además, la complejidad de algunos componentes y la necesidad de herramientas y experiencia especializadas limitan las opciones.
