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sábado, 28 junio 2025

Espejos retrovisores envueltos en una bolsa de plástico: el remedio a un problema cada vez más habitual

Si en los últimos días has visto un coche con los espejos retrovisores cubiertos por bolsas de plástico, no te extrañes. No es una excentricidad ni una ocurrencia pasajera, sino una solución práctica para un problema que cada vez afecta a más vehículos. El clima, la fauna e incluso el vandalismo han convertido a estos elementos en uno de los puntos críticos para la conservación y seguridad del coche.

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Los retrovisores actuales son piezas cada vez más caras y complejas, con sistemas electrónicos integrados que hacen que cualquier avería o reemplazo pueda dispararse por encima de los 1.000 € e incluso acercarse a los 3.000 € en modelos premium. Por esta razón, muchos conductores han encontrado en una simple bolsa de plástico un escudo perfecto para garantizar la vida útil de estos elementos tan expuestos.

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Un aliado frente al vandalismo y el robo

fuente: grok

Otra razón por la que esta práctica es cada vez más común es su efectividad para disuadir el vandalismo y el robo de piezas. Los retrovisores actuales incluyen sensores de ángulo muerto, indicadores de dirección e incluso cámaras para ayudas al aparcamiento, alcanzando precios elevados en el mercado de recambios.

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La simple presencia de una bolsa de plástico sobre el espejo aumenta la percepción de que el vehículo está cuidado y protegido, desincentivando a ladrones e incluso a vándalos. Aunque no garantiza una seguridad absoluta, sí funciona como una primera barrera y un indicador de que el propietario está atento a la conservación de su coche.

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