Desde hace ya algún tiempo conocemos todos los detalles del Bollinger B1, un robusto todoterreno de líneas angulares que esconde una sofisticada mecánica eléctrica. La firma americana tiene previsto lanzarlo al mercado el año que viene, pero un año más tarde la oferta se incrementará con la llegada de estos nuevos Bollinger B2.
Estéticamente no hay sorpresas, pues se trata de una versión alargada del conocido B1 (por el momento no se han desvelado sus dimensiones) que también se sustenta sobre un chasis fabricado en aluminio, mismo material que también emplean en su carrocería. Gracias a ese plus de longitud, tiene puertas traseras, de igual forma que Bollinger lanzará una variante pick-up cuya caja posterior mide 1,70 metros de largo.
Tiene 530 CV de potencia
Su confort interior se incrementa al mismo tiempo que ahora ofrece una mayor capacidad de carga, pues se han ideado unas 'trampillas' que permiten transportar objetos largos. Tanto que pueden atravesar literalmente el vehículo.
Mecánicamente también ofrecerá dos propulsores eléctricos, que son capaces de proporcionar un total de 530 CV y 695 Nm de par motor (el B1 tiene 360 CV y 640 Nm), además de que lo convierten en un coche con tracción a las cuatro ruedas. Se alimentan de la energía que hay en su batería de iones de litio, que tienen 120 kWh de capacidad, suficientes para permitirle recorrer unas 200 millas con una carga y eso son unos 321 kilómetros.
Estas baterías se pueden recargar en un enchufe domestico en unas 10 horas, pero también admiten recargas rápidas y las tendríamos listas en apenas 75 minutos.
Con semejantes niveles de potencia, estos Bollinger B2 presumirán de prestaciones, pues anuncian que podrán acelerar de 0 a 60 millas por hora en apenas 6,5 segundos, además de poder alcanzar los 160 km/h de velocidad punta.
Un todoterreno puro y duro
Pero las prestaciones en asfalto son la guinda del pastel en este todoterreno que ofrece suspensiones neumáticas que podrán elevar la distancia libre al suelo hasta unos sorprendentes 50,8 centímetros.
Bollinger espera anunciar las prestaciones definitivas y los precios el año que viene, pero su producción no va a comenzar hasta 2020.