La tecnología semiautónoma de Tesla ha revolucionado la forma en que las personas conducen, proporcionando una experiencia de manejo más segura y cómoda. Sin embargo, el mal uso de estas funciones puede llevar a situaciones peligrosas, como quedó demostrado en un reciente incidente en Carolina del Sur. En esta ocasión, un joven llamado Michael Goodman se quedó dormido al volante de su Model 3, lo que llevó a un inusual y preocupante enfrentamiento con la policía.
Aunque el sistema Autopilot evitó un accidente, el resultado final tuvo consecuencias legales serias para el conductor. El propietario del vehículo deber enfrentar múltiples cargos por haber puesto en riesgo, no tan solo su vida, sino la del resto de las personas que conducían por allí. Obviamente, el coche eléctrico no fue culpable de esto, sino que terminó siendo una herramienta vital.
¿Cómo fue lo que sucedió con el Tesla?
El suceso tuvo lugar cuando la policía del Departamento de Policía de Wilson’s Mills recibió una llamada el sábado alrededor de las 4 p.m. alertando sobre un conductor que parecía estar dormido. Al llegar al lugar, los agentes encontraron un Model 3 blanco circulando por la autopista estadounidense 70, con el conductor aparentemente inconsciente al volante. A pesar de utilizar sirenas y luces, los agentes no lograron despertar a Goodman, quien continuó avanzando por la carretera mientras la policía trataba de determinar la mejor manera de manejar la situación.
Ante la negativa del Tesla a detenerse, los oficiales decidieron utilizar una táctica inteligente para boicotear el sistema de Autopilot del vehículo. Colocaron sus patrullas frente al coche eléctrico, activando así los sensores del piloto automático. Esta maniobra provocó que el conductor autónomo reconociera el obstáculo y, siguiendo su programación de seguridad, se detuviera de manera controlada.
El propietario del Tesla enfrenta varios cargos

Una vez que el vehículo estuvo detenido, los oficiales procedieron a despertar a Goodman y a realizar una prueba de sobriedad en el lugar. Al registrar el automóvil, los agentes encontraron docenas de cajas de vaporizadores. Sin embargo, estos no contenían los típicos líquidos de vapeo que se encuentran en las tiendas de barrio, sino sustancias ilegales como THC, metanfetamina y MDMA. Este descubrimiento transformó un incidente de manejo irresponsable en una situación mucho más grave, revelando una operación de tráfico de drogas en pleno desarrollo.
A raíz de estos hallazgos, el conductor del Tesla ahora enfrenta múltiples cargos, incluyendo tráfico de estupefacientes, conducción imprudente, posesión de marihuana, posesión con intención de vender y no respetar las luces de emergencia de la policía. Pese a la gravedad de los cargos, el joven logró salir del Centro de Detención del Condado de Johnston después de pagar una fianza garantizada de $50,000. Su próxima comparecencia ante el tribunal será clave para determinar su futuro legal.