comscore

BMW Serie 7 2016. Carrusel tecnológico

Si lo que quería BMW era sorprender al 'personal', lo ha conseguido. El modelo más lujoso de la marca es ahora también el más avanzado gracias a una carga tecnológica casi de ciencia ficción, pero también bate récords en eficiencia, con una versión diésel que baja de los 120 g/km de CO2, y sin descuidar una dinámica que siempre ha sido una referencia, pese a su tamaño.

De entrada parece más pequeño que antes, pero no lo es. Los 5,10 metros de longitud (5,24 con la carrocería larga) se 'diluyen' gracias a un diseño más deportivo y estilizado en el que destacan los enormes 'riñones' del frontal, los más grandes de la historia de la marca. También se ha cuidado la 'dieta', gracias al empleo sin complejos de la fibra de carbono y el aluminio en su construcción. El resultado: 130 kilos menos en la báscula.

Aparcamiento autónomo, estreno mundial

Por su parte, el interior se ha renovado totalmente. El lujo y el confort abruman, casi tanto como la tecnología que estrena. De entrada la llave se convierte en un mando con pantalla táctil desde el que podemos conocer y programar varias funciones del vehículo, entre ellas el aparcamiento autónomo. Estreno mundial en un vehículo de serie, este sistema permite aparcar en sitios reducidos (en los que apenas podemos abrir las puertas) sin que el conductor esté dentro del coche. No lo pudimos probar porque todavía está pendiente de permisos legales (de momento un vehículo no puede moverse solo, sin conductor dentro).

BMW también estrena un control mediante gestos que nos permite gestionar parte de la información de la pantalla táctil del salpicadero (volumen, aceptar o rechazar una llamada, cambiar de emisora…). Un sensor situado en el techo es el encargado de analizar los movimientos de la mano (de momento capta seis). Este sistema y la llave forman parte del equipamiento de serie.

Por ahora, dos motores

Pasamos a la acción. La gama de motores se irá ampliando en los próximos meses, incluso con una variante híbrida enchufable 740e con 326 CV y un consumo de 2,1 litros. De momento nos 'conformamos' con la versión 730d, un diésel de 265 CV que ofrece un rendimiento soberbio y un consumo casi de risa (4,5 litros).

También nos pusimos al volante del 750i xDrive en su versión larga, una nave espacial con 450 CV que manan ordenadamente desde su V8. La tracción total y el sistema de dirección activa en las cuatro ruedas ya son compatibles. En ambas versiones la suspensión neumática y la caja Steptronic de ocho relaciones son de serie, mientras que el sistema Driving Experience Control añade, a los modos 'ECO PRO', 'Comfort' y 'Sport', el 'Adaptive' que se adapta, mediante cámaras, sensores y la navegación, a nuestro estilo de conducción.

Lo más sorprendente es afrontar tramos de carreteras sinuosas con la sensación de que vamos en un vehículo mucho más pequeño, debido a la agilidad de la que presume esta nueva Serie 7.

Y para el final, casi lo mejor. Nos encanta conducir, pero acomodarse detrás con el opcional Executive Lounge Seating, es decir, viajar semitumbado y configurando funciones a nuestro antojo desde la nueva 'tablet' portátil que presenta en el reposabrazos trasero… no tiene precio. O mejor dicho, sí, porque la Serie 7 está disponible entre los 94.650 euros que cuesta la versión 730d y los 137.900 del 750i xDrive con carrocería larga.