En el universo del lujo, donde la exclusividad es la norma y no la excepción, aún existen clientes cuyas ideas van más allá del extenso abanico de posibilidades que ofrece una marca como Bentley. Es en esos casos cuando entra en juego Mulliner, el estudio de personalización de la firma británica, especializado en hacer realidad visiones únicas y radicalmente personales. Y se realizan en toda la gama, incluida la nueva versión Speed (aquí más información).
Una de esas historias singulares tiene como protagonista a una clienta estadounidense, fiel admiradora de la marca y propietaria de varios Bentley. Para su próximo vehículo, no quería simplemente uno más en su colección: deseaba un modelo que reflejara con exactitud su color favorito. Así nació un Bentley Bentayga Extended Wheelbase (EWB) pintado en un llamativo y atrevido tono Candy Pink, una tonalidad inusual incluso dentro del catálogo de 111 pinturas exteriores disponibles en Bentley.
Miles de combinaciones gracias a Mulliner
Lejos de ser un mero capricho, este encargo es un ejemplo perfecto del proceso de ‘co-creación’ que define el trabajo de Mulliner. En esta filosofía, cliente y artesanos trabajan codo a codo para dar forma a vehículos que son, en esencia, piezas únicas. Con miles de combinaciones posibles en la gama estándar de colores y acabados, el hecho de que Mulliner sea requerido con tanta frecuencia es indicativo de que muchos buscan ir incluso más allá. Hoy, aproximadamente el 70% de los clientes de Bentley incluyen al menos un elemento Mulliner en sus vehículos.
En el caso de este Bentayga EWB, el exterior rosa fue realzado con el paquete Blackline Specification, que aporta un contraste contemporáneo mediante detalles en negro brillante: desde las manijas y salidas de escape, hasta las rejillas, rieles del techo y cristales traseros tintados. Una combinación tan inesperada como efectiva.
Interior del Bentley Bentayga rosa
Pero si el exterior ya llama la atención, es en el interior donde el trabajo artesanal de Mulliner brilla con todo su esplendor. El habitáculo está dominado por el cuero Cherry Blossom, que no solo tapiza asientos y volante, sino que también recubre puertas, consola central y palanca de cambios. Incluso las alfombrillas, confeccionadas en lana 100% pura, están rematadas con este cuero especial, seleccionado por su pureza de color y su tacto sedoso.
Cada detalle ha sido meticulosamente pensado. El hilo Cherry Blossom recorre todo el habitáculo, bordando incluso las emblemáticas alas de Bentley en los respaldos de los asientos. El nivel de trabajo requerido es impresionante: se necesitan unas 132 horas para fabricar un Bentley Bentayga EWB, de las cuales 24 están destinadas únicamente a la pintura de la carrocería y otras 18 a la confección de los paneles interiores y el acabado de madera.
Cómodo no, lo siguiente
El lujo, sin embargo, no se limita a lo visual. Este Bentley Bentayga ha sido equipado con la especificación Airline Seat, el asiento trasero más avanzado jamás instalado en un coche. Con 22 opciones de ajuste, climatización automática y tecnología de ajuste postural, el sistema puede realizar hasta 177 microajustes de presión durante un viaje de tres horas, mejorando notablemente la comodidad y reduciendo la fatiga.
Además, para esos momentos en los que la clienta prefiere ser conducida, el vehículo cuenta con una nevera Mulliner integrada entre los asientos traseros, con puerta de vidrio esmerilado de cierre suave y dos copas de cristal Cumbria hechas a mano.
El sistema de entretenimiento trasero se complementa con un sistema de sonido Bang & Olufsen for Bentley, que no solo ofrece una experiencia acústica envolvente, sino que incorpora altavoces cuyo diseño perforado sigue un patrón de agujeros Fibonacci para maximizar la transparencia sonora y el atractivo visual.
Este Bentley Bentayga EWB Azure es mucho más que un SUV de lujo. Es el resultado de una visión muy personal, ejecutada con un nivel de detalle y precisión que solo Mulliner puede ofrecer. Para la clienta, representa la culminación de un deseo: un Bentley que no se parece a ningún otro. Y para la marca británica, es un testimonio del poder de la personalización como sello de identidad.
Fotos: Bentley.
