A día de hoy no es raro encontrarse con que sale a la venta o se subasta un monoplaza de Fórmula 1. Suelen ser máquinas que la propia escudería vende a coleccionistas privados una vez su tecnología ha quedado obsoleta, o bien, se trata de unidades de desarrollo, las cuales no han llegado ni siquiera a competir.
Con un dilatado palmarés
Esto último no le sucede a este singular Benetton Ford B191, un monoplaza que cuenta con una dilatada carrera deportiva que comienza en el año 1991 y que ha sido pilotado por algunas de las mejores «manos» en el circo de la Fórmula 1. Con este chasis se despidió de la competición en el Gran Premio de Australía de 1991, nada menos que el tres veces Campeón del Mundo, Nelson Piquet. Pero también en el debut del equipo Benetton Ford en 1992 en el Gran Premio de Sudáfrica, se puso al volante de este monoplaza Martin Brundle.
Sin embargo, la historia de este Benetton Ford B191 no acaba aquí. Michael Schumacher firma por esta escudería en 1992 y se sube a este mismo monoplaza en siete grandes premios. El de México es el más importante de todos, ya que el Káiser consigue el primer podio de su dilatada carrera deportiva con este monoplaza.
Será subastado por Bonhams
Semejante bólido estaba impulsado por un propulsor 3.5 V8 de origen Ford, un corazón que conseguía ofrecer una potencia de 730 CV y que podía superar las 13.800 rpm.
Bonhams es quien subasta en Londres esta pieza única y por la cual esperan conseguir recaudar algo así como 400.000 euros por ella.