El cambio en la señalización de emergencias en carretera ya está marcado en el calendario: a partir del 1 de enero de 2026, todos los vehículos deberán sustituir los triángulos por la nueva baliza V-16 conectada, que permitirá avisar de una incidencia sin necesidad de salir del coche. Una medida de la DGT con la que se busca aumentar la seguridad vial y reducir el riesgo de atropellos.
Sin embargo, no todas las balizas que hoy se venden en el mercado cumplen los requisitos que serán exigidos dentro de unos meses. Muchos conductores desconocen las diferencias entre una baliza homologada y otra que no lo está, lo que puede traducirse en gastar el dinero dos veces o, peor aún, quedarse sin un dispositivo válido cuando la norma sea obligatoria.
4¿Cómo reconocer una V-16 homologada antes de comprarla?

La confusión entre conductores es alta: un estudio indica que seis de cada diez no saben diferenciar una baliza conectada de una analógica. Por eso, la DGT recomienda comprobar siempre que el dispositivo aparezca en su lista oficial de modelos autorizados, disponible en su página web y actualizada regularmente.
Otra pista clara es el precio: los modelos válidos suelen costar entre 40 y 60 €, porque incluyen el servicio de conectividad durante más de una década. Si encuentras una luz por 15 o 20 €, lo más probable es que no sea apta para 2026. También es fundamental fijarse en el embalaje: debe incluir expresiones como “conectada a DGT 3.0”, “IoT” o un número de homologación que empiece por LCOE o IDIADA.