La seguridad vial vive un momento de transformación clave. Tras décadas de confiar en los tradicionales triángulos de emergencia, la DGT ha marcado un cambio de rumbo: a partir del 1 de enero de 2026, los vehículos matriculados en España deberán llevar una baliza V-16 homologada y conectada. ¿El objetivo? Reducir riesgos en carretera, especialmente atropellos durante averías o accidentes.
El problema es que, aunque falta poco para que la norma entre en vigor, muchos conductores aún no tienen su dispositivo. Y lo que es más preocupante: algunos han comprado balizas que no cumplen con la homologación oficial. Según la Organización de Consumidores y Usuarios, un número considerable de modelos en el mercado aparentan ser válidos, pero quedarán fuera de la legalidad en cuestión de meses.
5Cuidado con el precio

El precio es otra pista muy útil para identificar si una baliza cumple con los requisitos oficiales. Mientras que algunas luces de emergencia se venden por unos 20 €, las balizas homologadas y conectadas rondan los 40-50 €. La diferencia tiene una explicación: el coste de las comunicaciones con la DGT durante al menos 12 años está incluido en el precio de venta.
Si encuentras una oferta demasiado buena para ser cierta, probablemente lo sea. Un dispositivo más barato puede iluminar, pero sin la garantía de homologación ni conectividad quedará inservible en pocos meses. Invertir en un modelo aprobado es apostar por tu seguridad y evitar sorpresas desagradables en una inspección o control de tráfico.