Y de las seis combinaciones mecánicas que presenta, cinco quedan excluidas de tributar en el impuesto de matriculación al posicionarse sus emisiones por debajo de los 120 g/km de CO2.
La oferta de gasolina cobra cada día mayor protagonismo, y ese combustible tiene aún más relevancia en un segmento como el de nuestro protagonista. Por eso la gama del nuevo SUV compacto de Citroën contempla hasta cuatro variantes diferentes, fruto de combinar dos tipos de transmisión con tres motores. Trío de propulsores que toman como base el galardonado bloque PureTech de tres cilindros con 1,2 litros de capacidad, turboalimentado y con inyección directa cuando se trata de las variante de 110 y 131 CV, mientras que la versión de 82 CV es atmosférica.
A pesar de su naturaleza tricilíndrica, habrá que tener el oído muy fino para detectar en marcha ese tipo de arquitectura, ideado para maximizar el rendimiento. Las versiones de 82 y 110 caballos se asocian a una caja manual de cinco relaciones y, curiosamente, la más potente y solvente homologa un menor consumo medio: 5,2 l/100 km, frente a 5,0. El motivo es la función Stop&Start que equipa el 110 CV, y que apaga el motor de manera automática cuando detenemos el vehículo, un asistente eficaz al circular por ciudad o en mitad del atasco.
Para los que busquen mayor solvencia aún en cuanto a prestaciones se refiere, la versión PureTech de 131 caballos será la más adecuada, ya que anuncia 200 km/h de velocidad máxima y acelera de 0 a 100 km/h en 9,3 segundos, con el atractivo extra de un consumo medio de sólo 5,3 litros. En este caso, el cambio es manual de seis relaciones.Y también de seis marchas es la transmisión automática EAT6 con convertidor de par que se ofrece exclusivamente con el PureTech de 110 caballos.
Dos versiones diésel BlueHDi
Por su parte, dos son las versiones diésel BlueHDi que incorpora el nuevo C3 Aircross. En este caso se recurre ya un bloque de cuatro cilindros en línea y 1,6 litros de cubicaje. El propulsor de acceso rinde 100 caballos de potencia y se asocia a un cambio manual de cinco relaciones para convertirse en la versión más eficiente de la gama, al homologar un consumo de 4 litros exactos cada 100 kilómetros. Y eso se traduce en emisiones de CO2 de sólo 104 g/km.
Un escalón por encima se sitúa el BlueHDi de 120 CV, variante bastante más enérgica y que sólo eleva el consumo medio 0,1 l/100 km frente al de 100 CV. Equilibrio entre dinamismo y ahorro basado en su caja manual de seis marchas y en la función Stop/Start.