El verano acaba de empezar, pero ya hemos vivido la primera ola de calor del año. Es más, la AEMET ya ha señalado que este verano será «más cálido de lo normal», así que la Dirección General de Tráfico (DGT) nos vuelve a recordar cómo debemos actuar en esta época del año.
El calor y la carretera no suelen ser buenos aliados, así que la DGT quiere que sepas cómo actuar si vas a hacer viajes largos este verano. Y es que las altas temperaturas aumentan el riesgo de sufrir un accidente, influyen en el rendimiento de los conductores y los vehículos también sufren más de la cuenta.
Es probable que el verano te pille con ganas de vacaciones y de escaparte al pueblo, a la playa o la montaña. Pero ojo, toma nota de las recomendaciones de la DGT para que el calor no te juegue una mala pasada al volante.
Por qué la DGT nos avisa del calor cada verano

Pasar de los 35ºC suele ser incómodo en todos los aspectos, a menos que la ola de calor te pille con una piscina cerca. Pero cuando pasamos de cierta temperatura, el cuerpo entra en una especie de ‘modo de ahorro de energía’, porque sudamos más, nos deshidratamos más rápido y, por supuesto, tardamos más en reaccionar a cualquier estímulo.
Algunos estudios coinciden en que el calor puede aumentar hasta un 20% el riesgo de sufrir un accidente de tráfico. La somnolencia tarda menos tiempo en aparecer, sufrimos antes la fatiga y también se multiplican las distracciones. ¿El resultado en la carretera? Menos reflejos, más errores y una conducción mucho menos segura.
Además, la DGT advierte de que el calor excesivo también afecta a la visión. A 35ºC, dejamos de percibir entre un 10% y un 20% de las señales de tráfico. Y esto, si lo sumamos al deslumbramiento que provoca el sol o a llevar el parabrisas lleno de mosquitos, multiplica las posibilidades de no reaccionar a tiempo si ocurre un imprevisto.
El calor, aunque no lo creamos, altera el estado de ánimo del conductor. La DGT recuerda que conducir en un habitáculo que está por encima de los 30ºC aumenta la agresividad, el estrés y los comportamientos imprudentes. Por eso, lo ideal es mantener siempre una temperatura interior entre los 21ºC y los 23ºC, utilizar ropa ligera, beber suficiente agua y ventilar bien el coche antes de iniciar el viaje.
Así debes actuar en tu coche cada verano

Dicho organismo quiere que no subestimes el calor este verano y que lo percibas como un factor de riesgo más que te puede jugar una mala pasada si no actúas como debes. Eso sí, no solo te afecta a ti como conductor, también a tu vehículo. Igual que cuando hace mucho frío tienes que tomar ciertas precauciones, en verano también, porque el rendimiento del motor se puede reducir hasta un 15%, lo que se traduce en menos potencia y más consumo.
Los neumáticos también sufren, pues la banda de rodadura se recalienta y el desgaste puede aumentar hasta un 25%, lo que eleva considerablemente el riesgo de sufrir pinchazos. Y no querrás quedarte tirado en la cuneta a 45ºC.
Otro elemento del coche que también sufre es la batería, porque con el calor tiende a deteriorarse antes. Lo mismo ocurre con el líquido de frenos, que puede evaporarse mucho más rápido. Siempre tienes que revisar tu coche antes de un viaje largo, pero en verano conviene comprobar (con más motivo) los niveles de aceite, refrigerante, la presión de los neumáticos y el buen funcionamiento del aire acondicionado. Quizá lo tienes que recargar y no lo sabes.