¿Alguna vez te has preguntando cuál es el motivo que más hace temblar a los conductores en la ITV? No son las luces fundidas ni los neumáticos desgastados. El verdadero enemigo está bajo el capó y no se ve a simple vista.
Por segundo año consecutivo, las emisiones han sido el principal motivo de suspenso en las estaciones de inspección. A pesar de los esfuerzos por mantener los vehículos en regla, la contaminación sigue siendo el talón de Aquiles de muchos conductores. ¿Está tu coche preparado para superarla?
6El camino hacia una conducción más limpia

Aunque las cifras muestran una mejora en aprobar la ITV a la primera, el que las emisiones contaminantes sigan siendo el principal motivo de rechazo por segundo año consecutivo es una llamada de atención a los conductores. La lucha contra la contaminación no se limita a las políticas ambientales: comienza con el compromiso individual de mantener nuestros vehículos en óptimas condiciones.
Además de contaminar menos, un coche que cumple con los estándares de emisiones es más eficiente y económico en consumo de combustible. Invertir en su mantenimiento no solo beneficia al medioambiente, sino también al bolsillo del conductor. La ITV es mucho más que un trámite obligatorio: es una oportunidad para garantizar que nuestros vehículos estén en las mejores condiciones para circular.